Tortuguero, Costa Rica

24 de octubre de 2021. Nos hospedamos 2 noches en Tortuguero que es un pueblito al este de Costa Rica, básicamente una isla con el mar de un lado y un río del otro. En el pasado empresas extranjeras explotaban la selva para la comercialización de maderas preciosas, ahora es una reserva nacional protegida y sólo el 1% de su territorio es para el turismo del que obtiene todos sus recursos.

Para llegar a Tortuguero fueron 7 horas de ida desde el hotel tomando dos autobuses y un bote taxi porque no hay manera de llegar a Tortuguero si no es por agua. Desde que íbamos en el bote taxi nos impresionó la vegetación, una selva abundante y de una altura que nunca habíamos visto con árboles de 30 metros de altura, puro verde sobre verde. Nuestros ojos entrenados sólo para ver topes, baches y semáforos nos dejaron ver ningún animal, pero seguro que estábamos rodeados por miles de ellos de todos colores y sabores. Llegando a Tortuguero nos dimos a la tarea de conocer todo el pueblo a pie en una sola tarde, nada sobre ruedas que facilitara nuestra ardua tarea; caminamos por todas las calles, consultamos el menú de todos los restaurantes, vimos todas las tiendas de souvenirs y de abarrotes, preguntamos por los tours de todas las agencias. Listo, ya terminamos de conocer todo el pueblo, nos tomó en total 10 minutos, ya nos merecemos ir al hotel a descansar. De camino por una de las calles un señor con un cuchillo gigante en la mano nos detuvo ¡Ey turistas! ¿Quieren ver unos tucanes? No los voy a matar con el cuchillo, lo estoy llevando a afilar. Y ya sabiendo que el índice de criminalidad de Tortuguero es de cero, decidimos confiar en sus intenciones, nos metió a su propiedad y nos enseñó a un par de tucanes parados sobre una palmera ¡Qué bonitos! Nunca habíamos visto tucanes en libertad. 

Finalmente llegamos al hotel a dejar las maletas y a decidir los tours que tomaríamos con la agencia del hotel. Les informo que el tour de canoa por los canales del río para ver los animales de la selva sale a las 6:00am. Inmediatamente Alfredo contestó ¿Y no se puede más tarde para dormir un poquito más? El guía tuvo una junta con los animales de la selva y decidieron que podía ser a las 6:30am. A esa hora salimos en el tour junto con 3 españoles, 2 francesas y el guía rasta llamado Aster muy cachete* y muy pura vida*. ¡Qué excelente show nos dio la selva! Si nos hubieran dicho que se les había pagado a los animales para posar lo hubiera creído, tenemos la teoría de que está arreglado. Vimos monos aulladores, un oso perezoso haciendo honor a su nombre, diferentes tipos de garzas, un patito cantil que es uno de los patos más pequeños del mundo, muchísimas aves y un caimán a una distancia tal que una de las francesas del tour del susto casi se avienta a la seguridad del agua y nos lleva a todos con ella.

Por la noche fuimos a intentar ver tortugas desovar, a ver si teníamos suerte porque octubre es el último mes de la temporada de desove. Luego luego llegamos al punto de reunión y nos pidieron apurarnos porque ya había una tortuga verde desovando, esta tortuga es una de las más grandes del mundo. Nos tocó ver todo el show, por eso insistimos en que está arreglado, vimos cuando la tortuga estaba poniendo los huevos, cuando estaba cubriendo el nido con arena, haciendo el nido falso para los depredadores y yéndose de regreso al mar. Como cereza en el pastel justamente estando nosotros ahí de otro nido empezaron a salir tortuguitas de su caparazón y pudimos ver su travesía hacia el mar.

Finalmente llegó el día de dejar Tortuguero y regresar a San José con una sonrisota en la cara de lo mucho que nos gustó.

Y la opinión del viajero Alfred:

Lo mejor: Las tortugas verdes gigantes desovando.

Lo peor: Está hasta casa de la chingada.

La anécdota más chistosa: El guía del tour de canoa nos recomendó probar un platillo caribeño costarricense llamado rondón. Regresando al pueblo nos pusimos a preguntar en restaurantes si nos podían preparar el rondón hasta que llegamos a ver el menú del mejor restaurante del pueblo y en la carta notamos que decía "run down". Nos dimos cuenta de que ese era el verdadero nombre del platillo que los lugareños pronuncian como "rondón".

Lo más triste: Cada año llegan menos tortugas a desovar.

Lo más recomendable: El tour de la canoa es una maravilla, de preferencia sin turistas franceses que se asustan fácilmente y ponen en peligro tu vida.

La mayor inconformidad: Lulú me levantó a las 6am el día de nuestra salida de Tortuguero para hacernos de desayunar en la cocina comunitaria del hotel y estar a tiempo para el primer bote taxi. Cuando bajamos resulta que la puerta negra de la cocina estaba cerrada y remachada con 3 candados con nuestra despensa adentro y sin saber a qué hora abrían. Nos tuvimos que ir a desayunar a un restaurante a toda prisa y resulta que el primer bote taxi salía hasta las 9am. Tuvimos tiempo de sobra para tomarnos un café relajadamente.

El impresionante paseo en canoa

El pueblo de Tortuguero

Gastronomía del pueblo, chiquito pero con muy buenos lugares para comer

Selva y playa de Tortuguero

Fauna endémica de Tortuguero