8 de noviembre de 2021. La ciudad de Cartagena en Colombia es merecidamente famosa, tiene todo lo que un destino turístico debe de tener y más. Eventos y monumentos históricos importantísimos, calles estrechas y pintorescas, playas con arena blanca y agua cristalina. La ciudad de Cartagena fue el puerto más importante durante la colonia para la extracción de los recursos hacia España, y fue también la primera provincia de Colombia en independizarse.
Empezamos
nuestro recorrido en Cartagena con un tour caminando bajo un solazo brutal de
cielo totalmente despejado y ninguna nubecita misericordiosa asomándose, aún
así para nosotros valió la pena cada gota de sudor escurrida durante el
recorrido. El guía nos explicó datos interesantísimos de la historia
mientras nos mostraba los edificios y monumentos históricos más importantes
como la muralla que encierra todo el centro de la ciudad y el reloj, fue sorprendente
recorrer la ciudad por lo hermosas y extremadamente bien cuidadas que están todas y cada
una de las calles del centro ¿Cómo
le hacen para que todas las casas de todas las calles se mantengan tan bien
mantenidas? El gobierno pinta las fachadas que ve en malas condiciones y
le cobra carísimo el servicio al dueño de la casa, así que todos tratan de
mantener siempre sus fachadas en perfecto estado. Pues así yo también
tendría la fachada de mi casa como si fuera nueva.
Como parte de nuestro recorrido en Cartagena aprovechamos para ir en un tour a las islas caribeñas paradisiacas del Rosario. A penas oímos la descripción y ya estábamos con traje de baño, chanclas, toallas y flotis. Empezamos el tour haciendo snorkel para ver arrecifes de corral por una zona que sí está abierta a turistas y que tristemente por lo mismo gran parte ya está muerto, para nosotros fue una gran impresión estar viendo coral blanco roto y muy pocos peces porque los turistas como nosotros se paran sobre el coral, lo van dañando y matando, algunas otras partes sí están vivas todavía donde hay mucho color y peces muy bonitos. Luego investigamos que hay otras zonas muy grandes de arrecife de coral que están protegidas y no se puede entrar ¡Qué bueno! Ojalá pudiéramos proteger mejor esas zonas que sí se pueden visitar. Después fuimos a tres playas más con el mar caribeño hermoso en todo su esplendor, en cada playa llegamos a aplatanarnos a algún camastro, ver los colores del mar, sentir su brisa y escuchar las olas hasta que alguien ponía rancheras a todo volumen. Sí, rancheras, en Colombia les encantan. Nuestro tour terminó en la noche en una pequeña bahía en donde al llegar nos aventaron de la lancha para dejarnos abandonados a merced de los tiburones, o eso fue lo que pensamos un momento, luego nos pidieron que moviéramos brazos y piernas y ¡oh sopresa! ¡el agua brilla de color azul! Esa es una de las poquititas playas del mundo donde el plancton en el agua produce un poco de luz cuando se agita, se llama plancton bioluminiscente. Alfred y yo parecíamos niños con juguete nuevo ¡Mira cómo brilla el agua si muevo así los brazos! A ver ¿y si los mueves así? ¡Wow!
Nuestro hospedaje lo hicimos en un hostalito por medio Couchsurfing donde el dueño del hostal nos dio hospedaje gratis y
muchas recomendaciones sobre qué hacer en Cartagena sólo a cambio de muchos
repetitivos “gracias” y una cena que Alfred preparó ¿Dijo gratis? ¿Te hospedan y no te cobran nada? Sí,
gratis… en Couchsurfing los anfitriones reciben a viajeros sólo a cambio la satisfacción
de haber ayudado a alguien y de algún tiempo agradable, o desagradable, con
el viajero que hospedaron. Nuestro anfitrión fue un español que trabajaba en
aviación y que por cuestiones de la vida acabó en Cartagena con dos hostalitos
financiándose sus viajes por el mundo, hasta ahora ha recorrido cerca de 90
países y va por más ¡algo increíble! Por supuesto que aprovechamos para que nos diera algunos tips
para nuestro viaje, no podíamos desperdiciar tanta sabiduría viajera.
Cartagena en la opinión del viajero Alfred:
Lo mejor: El centro histórico amurallado. Es como Campeche en esteroides.
Lo peor: Los vendedores acosadores. En Cartagena te encuentras cada 2 metros vendedores que te van ofreciendo tours, masajes, trencitas, la foto con la monitas estas que traen la fruta en la cabeza, comida, bares, servicio de taxi, la cadenita de Carmen, y te insisten hasta cansarte.
La anécdota más chistosa: En una de las playas de Islas del Rosario, una chica estaba adelante de nosotros con un bikini de tanga en una sesión de fotos medio picantes, ya pensaba yo que eso era un extra del tour y estaba contando mi dinerito pensando que no me iba a alcanzar.
Otra anécdota es que estaba en la cocina al aire libre del hostal y de repente cayó un balde de agua del cielo y yo todo asustado le pregunté al que estaba limpiando el patio qué había sido y me dijo "¡Ah! Es una iguana que se hizo pipí y te salvaste por poquito".
La mayor inconformidad: El hostal se quedó sin agua, queríamos hacer arroz para nuestra cena pero sin agua era imposible, al final cenamos lo que encontramos sentaditos, solos y tristes en nuestra cama del cuarto del hostal: yogurt, rollitos de jamón y manzana. Y justo al terminar de cenar regresó el agua.
Castillo de San Felipe de Barajas (en verdad es un fuerte que resguardaba el puerto)
Centro Comercial La Serrezuela, antes era una plaza de toros
La comida que probamos
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