La Fortuna, Costa Rica

27 de octubre de 2021. Nuestro viaje en Costa Rica siguió en la parada obligada de La Fortuna que es la región turística más importante del país. En Costa Rica muchos de los caminos son complicados, muy sinuosos y sin iluminación, algo así como las carreteras de Chiapas y en algunos tramos es peor. Aún así rentamos un coche porque de otra manera se necesita tomar como 5 autobuses y son muchas horas de camino. Nos fuimos desde San José a La Fortuna por unas carreteritas de doble sentido, curva cerrada tras curva cerrada, sin acotamiento, sin pintura y con carriles tan estrechos que no caben dos camiones al mismo tiempo. Nos tocó ver un camión de bomberos volteado ¡Uy! Seguramente se orilló demasiado y se cayó a la zanja, al menos no fue del otro lado de la carretera porque se cae al barranco.

Finalmente después de 3 horas de incontables curvas y mucha vegetación llegamos a La Fortuna, comimos en una soda, que es lo equivalente a una fonda para los mexicanos, bien barata y bien buena. Dejamos nuestros calzoncitos sucios en una lavandería exprés y nos fuimos hacer senderismo en el Parque Volcán Arenal 1968. Lleva ese nombre porque el último periodo de actividad del volcán empezó en 1968 y aún es un volcán activo que en cualquier momento puede hacer erupción. ¿No les dio miedo? Para nada, el volcán respeta los horarios de visita de los turistas y sólo hace erupción cuando ya cierra el parque. Recorrer ese sendero de 6 kms fue algo increíble. Empezamos rodeados de selva boscosa con árboles llenos de musgos, orquídeas y plantas parásitas, de pronto el paisaje cambió a pastos gigantes que nos hicieron sentir como una hormiguita, unos cuantos metros más adelante cambió a lava petrificada cubierta de musgo negro dando la apariencia de vegetación carbonizada, pocos metros más y nos vimos rodeados de árboles muy altos. Y siempre, en todo el recorrido el volcán Arenal de fondo acompañando nuestra caminata por sus faldas.


Terminando el recorrido nos fuimos por nuestros calzoncitos ya limpios y a buscar el Airbnb que rentamos. Algunos de ustedes sabrán que en Costa Rica las direcciones no tienen número y todas las direcciones son con referencias Avenida 8, 300 metros adelante de la cancha donde el perro echado. ¡Bendita tecnología de hoy que te permite por lo menos acercarte al sitio! Llegamos a las 6 de la noche, sí, a las 6 ya es de noche y como no encontrábamos el lugar Alfred se estacionó frente a una iglesia cristiana en lo que yo me bajaba a preguntar por el Airbnb, ya estábamos cerca así que luego luego encontré el lugar antes de que a Alfred lo lincharan los de la iglesia cristiana que ya lo estaban viendo feo por estacionarse ahí sin permiso. Ese Airbnb estaba súper bonito, tanto que la fauna local como murciélagos, cucarachas de selva gigantes y hormigas gigantes no podían evitar meterse y querer convivir con nosotros un rato.

Para nuestro segundo día en La Fortuna el pronóstico del clima nos dijo que llovería y mucho. Si ese día nos vamos a mojar, ya mejor hay que mojarnos bien. ¡Vayamos a la cascada y a las aguas termales! En la mañana fuimos a la Catarata La Fortuna que ya tiene toda una infraestructura para que puedas bajar a la caída cómodamente, nadar bien a gusto en sus aguas heladas y posar elegantemente como modelo profesional antes de caer al agua como costal de papas. Por la tarde-noche nos fuimos a relajar a un complejo que tiene 25 albercas de aguas termales de diferentes temperaturas, nosotros empezamos por las menos calientes que están más abajo y fuimos recorriendo una por una hasta las más calientes a las que ya ni te puedes meter. En una de las últimas albercas Alfred estaba bien a gusto y yo nada más no podía meterme de lo caliente, decidí aventarme como si fuera agua fría, y así como me metí corriendo me salí corriendo y gritando ¡está muy caliente! ¡está muy caliente!

Nos regresamos a nuestro bonito Airbnb y nos dimos cuenta de que ese día el pronóstico del tiempo se equivocó con ganas y nunca nos llovió ni un poquito, qué pésimo pronóstico del tiempo.

La Fortuna en opinión del viajero Alfred:

Lo mejor: El trail del volcán 1968 es imperdible por sus cambios de paisaje.

Lo peor: Demasiada fauna. Al prender el aire acondicionado salió una cucaracha de selva del tamaño de un ratón.

La anécdota más chistosa: Lulú entrando al agua caliente y saliendo saltando como chapulín.

Lo más triste: Es muy caro, uno no se puede quedar muchos días.

Lo más recomendable: La cascada, puedes nadar ahí y es muy impactante la fuerza de la caída de agua tan cerca de ti.

La mayor inconformidad: La falta de números en las direcciones, es un show estar tratando de adivinar a dónde vas.



Sendero del Parque Volcán Arenal 1968





















Catarata La Fortuna























Albercas de aguas termales















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