Lima, Perú


3 de diciembre de 2021. ¡Hola Perú! Ya el cuarto país que visitamos, se nos ha pasado el tiempo rapidísimo, hemos conocido muchísimo y vamos por más. En Lima hicimos 3 paradas porque es el punto medio de transportes, pero en esta publicación narraré todo como si hubiera sido una sola parada porque de otra manera sería raro y confuso. Nuestro vuelo a Lima llegó a las 2 de la madrugada y a esa hora nuestra amiga Nydia, un angelote peruano, nos abrió las puertas de su departamento para recibirnos y darnos alojamiento los siguientes días. Al día siguiente después de un buen sueño reparador pero todavía con mucho esfuerzo nos levantamos y nos alistamos para ir a comer con Nydia y Daniel que nos invitaron a un restaurante con los mejores ceviches peruanos que había probado, una cosa espectacularmente deliciosa. Vámonos a turistear por Lima ¡No quiero! Esto está demasiado delicioso y no quiero dejar de comer nunca. Tristemente nada dura para siempre y tuvimos que dejar de comer para ir a conocer la ciudad. Dimos un paseo muy agradable por el barrio bohemio de Barranco, caminamos por todas las calles que nos recomendaron viendo las casonas de colores que antes eran casas de verano de familias limeñas, murales, restaurantes, cafeterías, galerías, hoteles. Un barrio en el que se antoja quedarse a cenar, tomar un trago y caminar sin rumbo fijo. Al atardecer seguimos nuestro camino por todo el malecón hasta el barrio de Miraflores donde ya el sol escondido tras las nubes daba tonos rosas y morados al cielo, tonos de atardecer que nunca antes había visto y que es particular de esta ciudad, porque en Lima aunque es costa no hace calor y aunque siempre está nublado nunca llueve, y esto se debe a la fría corriente de Humboldt que enfría las costas de Perú y a su vez evita las lluvias, así que es una costa fría desértica y nublada casi todo el año ¡interesante!. Regresando a nuestro paseo, de Barranco seguimos caminando por el malecón hasta Miraflores donde todo el paisaje urbano cambió, de ver casonas antiguas ahora veíamos edificios altos y centros comerciales modernos acompañados de parques muy bonitos y bien cuidados y de fondo el mar que se asoma tras los altos acantilados de Lima. Ahí en Miraflores nos vimos con Cynthia, amiga de Paco mi hermano, quien nos llevó a cenar a una vía peatonal llamada Calle de las Pizzas y adivinen qué cenamos, pues anticuchos obviamente que son brochetas típicamente de corazón de res ¡muy buenos! Hasta hace un par de años esta Calle de las Pizzas era un lugar horrible de droga y prostitución, pero el gobierno atinó a remodelarlo y ahora está llena de restaurantes y bares para gente decente. También estuvimos muy en contacto con Kathy, amiga de Gaby mi prima, que aunque no pudimos coincidir para vernos nos ayudó mucho con recomendaciones en todo el viaje en Perú.

Al día siguiente nos levantamos y al mirar por la ventana nos impresionó ver que había un sitio arqueológico justo a un lado de nuestro edificio de departamentos ¿En serío? ¿Hay tantas ruinas por la zona que te encuentras unas así no más en medio de edificios? Así es, por lo menos esa zona Perú está llena de sitios arqueológicos pero como muchos fueron construidos de adobe han sido destruidos fácilmente por saqueadores, la intemperie o foráneos en la historia que han llegado a destruir. Ahora ya están protegidos pero durante mucho tiempo la gente se dedicaba al saqueo, o huaqueo como le dicen acá, porque no estaba prohibido. Después de estar admirando esas ruinas y desayunar hicimos un tour caminando por el hermoso centro histórico de Lima con un muy buen guía, visitamos calles verdaderamente bonitas con espectacular arquitectura colonial, conocimos un poco de la historia de Perú y de Lima, siendo muy parecida a la de México, Incas con Aztecas y Pizarro con Cortés aunque nos sorprendió ver que en Perú mucho lleva el nombre de Pizarro como calles, barrios, tiendas, etc y en México poco lleva el nombre de Cortés, tal vez nosotros hemos sido más rencorosos o solamente no nos gusta cómo suena "Avenida Cortés". Terminando el tour visitamos el impresionante e imperdible museo y catacumbas del Convento de San Francisco que llegó a ser de los más grandes de América, y la Catedral de Lima donde está la tumba de Pizarro y que ahora es sólo museo, ya no ofrece misas más que en ocasiones muy especiales.


En nuestro último día en Lima visitamos un parque que nos recomendaron mucho, el Circuito Mágico del Agua, yo me imaginaba un parquecito con unas cuantas fuentes y ya. Nada que ver, creo que es el parque con fuentes como tema central más bonito que he visto, es un parque moderno que se hizo en 2007 después de que todo ese espacio estaba completamente en el abandono. Al entrar Alfred y yo estábamos como niños chiquitos emocionados viendo los espectáculos que hacía cada fuente, pasamos dos veces por debajo de un túnel de agua, vimos el show navideño reflejado en una de las fuentes, y cuando ya nos íbamos oímos a alguien decir Pasen al concierto navideño gratuito que está por empezar ¿Dijo gratuito? ¡Qué buena suerte! Pues vamos a verlo. Era un concierto de migrantes para Perú, los músicos en su mayoría venezolanos, algunos colombianos y unos pocos peruanos. ¡Qué bien nos la pasamos! El concierto empezó muy tranquilo con villancicos tradicionales y poco a poco la sabrosura latina se fue apoderando del concierto hasta que terminó en bailongo al más puro estilo venezolano. Así nos despidió Lima, con toda una fiesta que sentimos había sido especialmente para nosotros.


Alfred, ¿cuál es tu opinión sobre Lima?

Lo mejor: ¡El ceviche!

Lo peor: El cielo completamente gris todo el tiempo. Sientes que va a llover todo el tiempo y te da una sensación de quererte resguardar todo el día.

La anécdota más chistosa: Esta vez no recuerdo algo en particular, todo fue chistoso.

La mayor inconformidad: En Lima una noche nos dormimos en un Airbnb donde nuestros vecinos estuvieron haciendo mucho ruido, Lulú se tuvo que levantar a callarlos a las 2am para despertarnos a las 5am y volar a Trujillo.








Comentarios

Publicar un comentario