Ahora sí llegamos a lo más al sur de lo más al sur posible. Más al sur ya no se puede a menos de que hiciéramos un crucero por la Antártida, y no, nuestro presupuesto no nos daba para eso. Oigan, pero todavía hay otra población chilena más al sur ¿no? Bueno, sí, pero es un pueblo de dos mil personas así que no cuenta. Ushuaia fue fundada por misioneros europeos, como mucho del sur de este continente, para evangelizar a los pobladores de la región llamados yámanes. Sorprendentemente a pesar del clima sí existían humanos adaptados a condiciones climáticas extremas sin más que sus taparrabos, pero tristemente a la gran mayoría los mataron o murieron de enfermedades que hasta el momento eran extrañas para ellos.
Fuimos en otoño que, para nosotros acostumbrados a climas más cálidos, ya estaba bastante frío, todos los días de temperaturas entre 0 y 9 °C, no quiero saber cómo estaría en invierno. Llegamos temprano así que fuimos a la oficina de turismo a pedir informes Chicos, hoy que hay poco viento aprovechen para hacer el paseo por el Canal Beagle, y las agencias que tienen embarcaciones pequeñas se acercan más a las islas para ver la fauna. No pudimos alcanzar a ver pingüinos porque en otoño e invierno se van de vacaciones a aguas menos frías y no quisieron esperarnos, pero bueno, aún así estuvo increíble todo lo que vimos.
La guía dentro de la embarcación, una bióloga que sabía bien de lo que nos estaba hablando, nos dio toda una explicación bien interesante sobre el recorrido, los yámanes, los lobos marinos y los cormoranes que íbamos a ver. Nos acercaron a un par de islas pequeñas donde había un montón de lobos marinos bien lindos, notaban nuestra presencia y nos volteaban a ver pero excepto por uno que otro que huía a todos los demás parecía no importarles que hubiera un barco lleno de humanos a pocos metros de ellos. No podíamos creer lo cerca que estábamos, tanto que daban ganas de acariciarlos.
Estas islas también estaban repletas de cormoranes imperiales, unas aves muy bonitas que tienen los mismos colores que los pingüinos y mucha gente los confunde pero estos sí vuelan y además tienen un cuerpo más estilizado, ellos no están gorditos y bonitos, sólo bonitos.
¡Ahí hay ballenas jorobadas! Vamos a acercarnos para verlas. Y sí que nos acercamos, yo llegué a pensar que estábamos tan cerca de ellas que empezarían a huir del barco, pero no, no les importaba, ni siquiera cambiaban su rumbo. No nos cansábamos de ver las ballenas, su movimiento al nadar, sus colas cuando se sumergían, incluso hubo una que saltó y otra que pasó por debajo de nuestro barco y se volteó para enseñarnos la parte inferior justo antes de salir a superficie ¡Qué bonita! Esto no me lo esperaba. Todos estábamos tan emocionados viendo las ballenas que preferimos usar el tiempo que teníamos para seguirlas viendo en lugar de ir a un mirador en una de las islas.
El segundo día en Ushuaia fuimos al Parque Nacional Tierra de Fuego, nos dejó el transporte a las 9:30 de la mañana en la taquilla del Tren del Fin del Mundo que nos llevaría al parque. Hola, queremos comprar dos lugares para el tren. Ya no hay lugar, tal vez haya lugar a las 12:30 o a las 15 horas, o se pueden ir caminando. Si nos esperábamos hasta esas horas ya no nos iba a dar tiempo de recorrer todos los senderos que queríamos y la verdad más que el paseo por el tren queríamos caminar todo el parque. Ya si vamos a caminar empecemos desde ahora. Otros tres señores argentinos nos oyeron y decidieron ir con nosotros caminando también con tal de no esperar tanto tiempo al tren.
También existía la opción de contratar un tour para ir a las paradas y miradores más importantes en la comodidad de una camioneta con calefacción, pero ¿dónde está el esfuerzo y la emoción? ¡Nada de eso! ¡A caminar se ha dicho! Encontramos las señalizaciones para el primer sendero y mientras estuviéramos viendo palos pintados de amarillo era porque íbamos por buen camino, en caso contrario significaba que estábamos perdidos para siempre. Desde donde empezaba el sendero teníamos un paisaje lindo, de un lado agua del Canal Beagle y del otro lado bosque de otoño ya casi sin hojas. Pasamos varias pequeñísimas bahías de arena gris donde nos encontrábamos a otros turistas haciendo el trekking, pero no muchos, en total habremos visto 10 en todo el trayecto.
La opinión del viajero Alfred sobre Ushuaia:
Lo mejor: El avistamiento de ballenas fue algo que no nos esperábamos y sobre todo que fuera tan cerca y que las ballenas nos hicieran un espectáculo. Sinceramente pienso que nos deberían de haber cobrado más.
Lo peor: No hay transporte público para moverse a los lugares turísticos, hay que estar contratando agencias de viajes o el llamado transporte regular que está dedicado al turismo y es caro, con él tienes que acordar horario de regreso, y si te deja tienes que pagar un taxi todavía más caro.
La anécdota más chistosa: Bajando del Glaciar Martial de repente había tanto viento que Lulú y yo literalmente nos sentábamos en el viento dándole la espalda para que no nos llevara. Nos veíamos muy chistosos sentados en sillas invisibles y nos daba muchísima risa.
La mayor inconformidad: Me enfermé porque hay muchos cambios de temperatura de lugares abiertos a cerrados y son extremos y malísimos para el sistema respiratorio, y el calefactor de nuestro Airbnb era difícil regular y secaba el ambiente. Aunque no me sentí tan mal cuando me di cuenta de que la mitad del avión de regreso de Ushuaia estaba igual.
Mil gracias por compartir buena narración lo vivi!!!
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