St Albans y Oxford, Inglaterra: Tierra de romanos y de Harry Potter

 


Nos hospedamos en Luton, una ciudad desconocida para extranjeros porque no hay mucho que ver pero es barata y Londres queda a 30 minutos en tren lo cual la hizo muy interesante para este par de mochileros. Cuando llegamos a nuestro hospedaje que era un residencia de estudiantes nos encontramos con una cocina compartida hecha un cochinero. Yo no puedo cocinar y comer con la cocina en estas condiciones, tendremos que limpiarlo todo. Lo primero que hicimos fue limpiar, barrer, sacudir y sacar la basura que apestaba. No fue lo más agradable hacer ese trabajo pero lo bueno es que todos lo notaron, nos lo agradecieron y siguieron el ejemplo, por lo menos los siguientes días que estuvimos ahí se mantuvo súper limpia. Alguien tenía que llegar a poner orden.

Desde Luton teníamos planeado visitar un poco de Londres, Canterbury y Oxford pero el sindicato de trenes entró en huelga cancelando varios servicios ¡No! Ya no tenemos manera de ir a Canterbury, ahora a buscar otra opción a la que sí podamos llegar. Entramos en pánico unos momentos y después encontramos una ciudad que prometía ser interesante con ruinas de la Roma Británica y construcciones inglesas que datan del 800 dC, algo de lo que no sabíamos nada. La ciudad se llamaba St Albans.

Paseando por las calles de la ciudad llegamos al Museo Verulamium, ese fue el nombre que los romanos le dieron a la ciudad cuando la fundaron por ahí del 60 dC sólo para que fuera difícil de pronunciar. Fue una de las tres ciudades más importantes de Bretaña en su momento. Con el paso del tiempo se perdió gran parte de la historia y construcciones pero en excavaciones de la zona se han descubierto y recuperado muchas cosas como pisos increíbles hechos de mini mosaicos que vimos exhibidos en el museo y nos emocionaron muchísimo además de trozos de muros pintados que daban la idea de cómo era la antigua roma británica.

Saliendo del museo atravesamos un parque enorme y muy lindo en donde antiguamente se enfrentaron ejércitos durante la guerra de las rosas a mediados de 1400 por parte de las familias Lancaster y York peleándose por el trono de Inglaterra. Está increíble saber lo que sucedió hace cientos de años y poder imaginarlo. Donde hace cientos de años habían batallas terribles ahora hay un carrito vendiendo helados.

Llegamos a la espectacular St Albans Cathedral que fue erigida en honor al primer santo de Inglaterra, un mártir que murió por esconder a un sacerdote cristiano y proclamar el cristianismo. La catedral gótica nos pareció súper bonita, con unos trabajos en piedra increíbles, con muchísimo detalle perfectamente bien trabajado. Cuando Enrique VIII se separó de la iglesia católica muchos monasterios e iglesias fueron destruidos pero St Albans sobrevivió porque el pueblo la compró. Gracias a eso el edificio se conservó aunque fuera con poco mantenimiento. Posteriormente fue posible restaurarlo y hoy turistas de todo el mundo pueden visitarlo.

St Albans fue un gran acierto, y a pesar de las huelgas de trenes sí pudimos visitar Oxford, sólo teníamos que regresar temprano porque habían menos horarios de servicio. Estábamos a dos horas en tren desde Luton, un poco lejos pero nada que no fuera viable de ida y vuelta en un día. Nos tocó suerte, un día espectacular, soleado, calorcito, súper agradable para caminar y admirar todos los edificios del enorme campus universitario de Oxford. De verdad que esa ciudad es algo extraordinario, no sólo por el prestigio de la universidad sino por su arquitectura tan bonita y en tanta armonía.

No todo estaba abierto para poderlo visitar porque la universidad está viva y lo advierten, tienen clases, eventos y demás, incluso nos tocó ver alumnos con toga y birrete entrando a Divinity College a lo que supusimos sería su ceremonia de graduación.

Lo que sí pudimos hacer fue entrar a la torre de la St Mary Church para ver desde lo alto gran parte de Oxford. Pudimos apreciar los impresionantes patios centrales de varios de los colegios. ¡Oh! Se ve bien bonita la ciudad y está bien chiquita, acaba luego luego. Algunos de los edificios que estábamos viendo datan del siglo XIII, algo impresionante. A América todavía no llegaban pero acá ya estaban construyendo universidades completas.

Fuimos a comer a un antiguo mercado llamado Covered Market porque fue el único mercado con techo en su momento donde comimos lo típico inglés: un pie de carne y un embutido tradicional, más inglés que eso no se podía. Ahí compartimos la mesa con unos señores gringos bien agradables con los que tuvimos una divertida conversación sobre lo que estábamos conociendo en Inglaterra. Después fuimos a visitar la Christ Church College que nos pareció una joya arquitectónica y que ahora también es muy famoso porque escenas de Harry Potter se filmaron ahí, Alfred estaba muy emocionado por eso. ¡Éste es el comedor de Harry Potter! ¡Tómame una foto! ¡Qué cool!

Terminamos nuestro tour por Oxford caminando y admirando cada edificio tan bonito que nos topábamos en el camino, todo un museo arquitectónico. Al día siguiente fuimos de nuevo a Londres para conocer otro tanto y de ahí seguir nuestro recorrido hacia Manchester, pero ese día lo contamos en la publicación de Londres.

La opinión del viajero Alfred sobre St Albans y Oxford:

Lo mejor: La sorpresa que nos llevamos con St Albans, que era un lugar que no teníamos pensado visitar y no lo hubiéramos hecho si no hubiera sido por la huelga de trenes. Estuvo padrísimo visitarlo y aprender de la historia de un lugar tan importante, sólo por mencionar dos cosas del lugar: St Albans fue el primer mártir cristiano que impulsó la cristiandad en Inglaterra y en St Albans fue donde se dio la primera batalla de la guerra de las rosas.
Lo mejor de Oxford es que sí es la tierra de Harry Potter. Hermoso lugar.

Lo peor: La gente deja su basura por todos lados, hasta en el tren y al lado de botes de basura. Si no fuera porque hay mucha inversión en limpieza todo Inglaterra estaría lleno de basura.

La anécdota más chistosa: Estábamos caminando por el parque de St Albans, llegamos a un lago donde había muchísimas aves y de pronto se nos acercó un señor de la nada a preguntarnos sobre los tipos y especies de las aves que estábamos viendo como si supiéramos algo al respecto, y nuestras respuestas se limitaban a "blanca" "grande" "pato" "ave". 

La peor inconformidad: Estábamos en el museo de St Albans estudiando su historia porque era una ciudad romana muy importante y de repente llegó una horda de niños zombies gritones a invadir el museo interrumpiendo nuestro paseo ñoño y ya no fue igual.











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