Bruselas y Amberes, Bélgica: la pequeña gran capital de la Unión Europea

11 de julio de 2022. Llegamos al aeropuerto de París por Luis mi sobrino quien nos estaría acompañando las siguientes 5 semanas para contribuir con más aventuras y emoción. Llegó, lo recibimos, nos fuimos a un hotelito con un cuarto miniatura donde nos quedamos los tres a descansar un poco. Alfred y Luis salieron a comprar la cena y regresaron con las manos vacías porque ya saben, sólo en México está abierto todo a todas horas. En París por el rumbo del aeropuerto eran las 8 de la noche y ya no había nada abierto, qué frustración para este trío de mexicanos. Acabamos comprando la cena en una carrito que llamó el hotel para sus hambrientos clientes. Al final no estuvo tan mal.

Al día siguiente nos levantamos a las cinco de la mañana, nos subimos al primer tren, nos bajamos, compramos el desayuno, nos subimos al segundo tren, cruzamos la frontera imaginaria entre Francia y Bélgica, nos bajamos para hacer cambio, perdimos el tercer tren, esperamos 30 minutos al siguiente, nos subimos ahora sí al tercer tren, bajamos, nos subimos al cuarto tren, bajamos, caminamos 20 minutos y llegamos al destino final, la casa de Mette, una amiga de Alfredo y un angelote que nos dio hospedaje en Bruselas y nos llevó a cenar a un lugar super rico de cocina tradicional belga que nos encantó.

Una vez instalados nos fuimos a conocer Bruselas. Alfred ya conocía la ciudad por estudios y viajes de trabajo así que fue nuestro guía de turistas llevándonos a todos los lugares más importantes y relevantes en la historia de Bélgica y del mundo Aquí tomaba mi chocolate caliente, aquí me comía papas fritas, aquí me compraba waffles, aquí compraba chocolates, aquí me sentaba a tomar cerveza, aquí comía delicioso. Aprendimos muchísimo con todo ese conocimiento que nos estuvo compartiendo.

También conocimos otros lugares no tan relevantes como los anteriores como el Museo de la Ciudad donde conocimos rasgos de la arquitectura, historia de Bruselas, vimos un video de realidad virtual sobre la destrucción de la plaza central de Bruselas por bombas y toda una sección dedicada a la escultura más pequeña más famosa del mundo: el Manneken Pis. Esa fuente con forma de niño haciendo pipí pero que en verdad no es un niño sino un querubín así que está bien que esté desnudo. En el museo vimos la escultura original pero obvio saliendo del museo fuimos a ver la que está en las calles de la ciudad y sí, efectivamente es muy pequeña. También fuimos a ver al Jeanneken Pis que es una niña haciendo pipí, también muy pequeña y muy chistosa.

Seguimos caminando y caminando por toda la ciudad, pasamos por el Palacio Real ya que Bélgica sigue siendo una monarquía, fuimos a ver la sede de la Organización Mundial de Aduanas y de la Unión Europea, pasamos por Mont des Artes que es una zona histórica con unos jardines súper lindos y una escultura de Alberto I, uno de los monarcas más importantes de Bélgica y que es considerado un héroe al comandar las fuerzas armadas y resistir todo lo que pudo la invasión de los alemanes en la Primera Guerra Mundial.

Por último pasamos por un Arco del Triunfo espectacularmente enorme construido en 1880 para conmemorar el cincuenta aniversario de la independencia de Bélgica. No sé cuántos kilómetros caminamos ese día pero al final nuestros pies ya querían hacer una huelga, demasiado maltrato en un solo día. Era para que Luis se acostumbrara.

Al día siguiente Alfred nos llevó a Amberes, una ciudad de la que no se oye tanto. Luis y yo traíamos bajas expectativas pero realmente nos sorprendió. Amberes fue en algunas décadas del siglo XVII el puerto más importante de Europa, gran parte del comercio pasaba por ahí y lo notamos luego luego en una estación de tren espectacular. Obvio el tour que nos dió Alfred empezó con un waffle en la estación de Amberes Estos waffles son los mejores, cuando estudiaba aquí yo siempre me compraba uno.


Estuvimos caminando por la ciudad maravillándonos con su arquitectura tan particular, esas casas y palacios tan bonitos, altos pero angostos, algo muy especial y curioso.

Entramos al museo del pintor Rubens quien era de Amberes y que en su momento fue uno de los pintores más importantes de Europa, con un estilo particular en el que los cuerpos parecen tener luz propia, gran contraste de colores. Además él era un coleccionista de arte y le encantaba lo romano entonces toda su casa es un museo por donde lo veas.

Nos fuimos un par de días a visitar Amsterdam que lo estamos publicando por separado y regresamos a Bruselas. El último día antes de dejar Bélgica fuimos a ver la monumental escultura Atomium con nuestras mochilotas como buenos viajeros. A Luis y a mí nos sorprendió mucho el Atomium, Alfred ya había ido pero nosotros no pensábamos que fuera tan grande De verdad que es una estructura muy impresionante y más considerando que fue construida en los 50s. Ya me imagino la sorpresa de los que lo vieron por primera vez. En 2006 tuvo una remodelación para permitir el acceso a algunas de sus esferas y sólo Luis entró porque a él le salía más barato. 

Mientras tanto Alfred y yo nos fuimos a caminar a un parque que está a un lado, hicimos un poco de ejercicio y yo me quedé dormida en el pasto porque estaba muy cansada después del maratón que hicimos a Amsterdam levantándonos bien temprano y durmiéndonos tarde. Cuando Luis salió nos platicó que vio un túnel de luces de colores y un candelabro de luz muy impresionantes y una vista del parque, pero nada más Está más padre por fuera que por dentro. Bueno, al menos ya entró una vez.

Saliendo del Atomium empezó nuestra aventura para llegar a Colonia, Alemania que ya les contaremos en otra publicación.

La opinión del viajero Luis sobre Bruselas y Amberes:

Lo mejor: El arco del triunfo porque es una construcción muy impactante al ser tan grande y que se puede ver por todos lados. También el centro fue muy padre.

Lo peor: El Manneken Pis sabía que era chiquito pero no tan chiquito, me impresiona más el Jeanneken Pis.
Y en el aeropuerto de París no estaba bien señalizada la salida y todo estaba en francés, no sabía por dónde salir. Tenía que tomar un tren para salir.

Lo más chistoso: El Manneken Pis disfrazado de mexicano estaba muy chistoso.








 

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