York y Whitby, Inglaterra: ciudad fortaleza y la inspiración de Drácula


6 de julio de 2022. De Stirling tomamos el tren para llegar a York con nuestros siguientes anfitriones ingleses, Chris y Jane, papás y suegros respectivamente de nuestros amigos Martin y Elvia, quienes nos consintieron a más no poder. Ellos viven en Easingwold pero nos hicieron el favor de recogernos en la estación de York, nos pasearon por todo York con Chris a la cabeza porque se conocía ultra bien la ciudad y nos llevó por todas partes. York es una ciudad fundada por los romanos en el año 71 dC y convertida en fuerte para el 300 dC.  Caminamos por sus murallas, vimos las ruinas de una iglesia destruida durante la reforma de Enrique VIII en la que muchas iglesias católicas fueron destruidas para darle paso a la Iglesia Anglicana.


Entramos a la Catedral  de York a un excelente recorrido guiado incluido en el precio de la entrada que nos gustó muchísimo porque duró cerca de dos horas con un montón de información interesantísima sobre la Catedral que inició su construcción en el año 1220 y se terminó en 1470, constantemente están haciendo trabajos de restauración para mantenerla n excelentes condiciones, afuera incluso vimos a los restauradores que están encargados del arduo trabajo. Después de nuestra visita a York regresamos a cada de nuestros anfitriones, nos dieron de cenar en su casa en Easingwold, nos invitaron whisky, cerveza, sidra y café latte con whisky al que bauticé lattistky ¡Qué creativa! ¡Qué bárbara! 

Al día siguiente nos llevaron al puerto Whitby ¿No es ese puerto a donde llega Drácula en el libro de Bram Stoker? Exactamente, parte de la fama del puerto es porque Bram Stoker se inspiró en su encanto para la parte en la que Drácula llega a Inglaterra. El camino hacia Whitby fue hermoso atravesando pueblitos lindísimos de casitas de piedra adornados con flores y un parque nacional llamado Moors con praderas o infinitas de pastos y florecitas de todo tipo. Ultra lindo. Llegando a Whitby entramos a visitar las impactantes ruinas de una abadía en lo alto del acabtilado que había quedado parcialmente destruida y abandonada cuando las reformas de Enrique VIII además le cayó una bomba en la Segunda Guerra Mundial y se siguió colapsando hasta que quedó como está el día de hoy.

Visitamos el museo de la Abadía y saliendo bajamos del cerro, caminamos entre las sinuosas callecitas del pueblo llenas de tiendas, cafeterías y restaurantes hasta llegar al puerto para comer deliciosos y frescos pescados y mariscos. Nos encantó que nos hubieran llevado a este pueblo, la verdad que es un lugar que vale muchísimo la pena visitar, sí regresaríamos. 


De regreso en Easingwold nos llevaron a caminar por un parque lindísimo ¡Uy! ¡qué bien está este parque! Creo que ya sé a donde vamos a correr mañana. Y así fue, a la mañana siguiente Alfred y yo nos levantamos a correr al parque, le dimos tres vueltas y de regresamos a la casa para desayunar. 

De nuevo nuestro anfitriones nos llevaron a York a comprar unas pruebas Covid para nuestro viaje a Francia, nos hicimos las pruebas, salimos negativos y para festejar nos llevaron a subir una montaña ¿por qué no? Qué impresionante la pila y lo buena condición física de estos señores que a pesar de la edad se mantienen casi como si nada haciendo de todo y hasta subiendo montañas ¡muy admirable! Pues resulta que en esa zona vivía de niño el famoso Capitán Cook, el navegante que recorrió todo el mundo en su barco Endeavor, y justo esa montaña la subía muy seguido, desde ahí veía el puerto de Whitby a donde más tarde se fue a trabajar y empezó sus aventuras.



Así cerramos con broche de oro nuestra visita al Reino Unido.

Lo mejor: La catedral de Whitby que está en ruinas, es una escena muy curiosa a parte de ser el escenario de inspiración de Bram Stoker para Drácula lo cual tiene sentido si te lo imaginas en la noche lo tétrico que se ha de ver.

Lo peor: Casi no hay transporte público, si no hubiera sido por los papás de Martin hubiera sido muy complicado transportarnos.
La basura en el bosque, que la gente avienta sus botellas de bebidas a la orilla. Y si no es porque Chris y Jane se llevan su bolsa para recoger basura quien sabe cómo estaría eso. 

Lo más chistoso: Fue muy curioso porque Chris y Jane nos adoptaron por unos días, y cuando nos llevaron a Whitby nos dijo Chris "Qué bueno que vinieron porque en 40 años no había venido a conocer la Abadía de Whitby". Así pasa...











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