Brujas y Gante, Bélgica: belleza e historia en el norte de Bélgica

 

14 de julio de 2022. Fuimos a Brujas donde no hay brujas y su nombre tampoco tiene que ver con ellos sino con la palabra "puentes" en flamenco y eso tiene más sentido porque sí hay puentes. Desde la estación de tren recorrimos toda la ciudad caminando y luego luego vimos que estaba lleno de turistas, dicen que es la ciudad en Bélgica más visitada así que todo está hecho para el turismo, tiendas de chocolates y de souvenirs por todos lados, restaurantes, cafeterías, todo para desfalcar al turista. Lo bueno es que nosotros somos inmunes a las tentaciones de esas diabólicas trampas turísticas.


Todo Brujas se veía bien lindo, casi todo hecho de piedra con uno que otro río cruzando la ciudad que en verdad son canales que usaban los comerciantes cuando Brujas era un importante centro de intercambio comercial. Todavía se conservan las casas y demás construcciones casi tal y como estaban en ese entonces, con sus puertitas hacia los canales para la entrega de las mercancías a las embarcaciones. Todo eso ahora es un atractivo turístico.


Entramos a la Catedral que para variar estaba en restauración en una parte, pero por lo que pudimos ver se notaba que estaba bien bonita con verdaderas obras de arte en su interior de altísimo valor artístico e histórico.


Llegamos a la plaza central, una vez más una belleza con puros edificios hermosos a todo su alrededor, resaltando el ayuntamiento con su campanario altísimo cuyo objetivo era alertar a los pobladores de algún peligro. Ahora sólo sonaba dando la hora, o eso supusimos porque nadie se mostraba preocupado oyendo sus campanazos y nosotros nos quedamos también escuchándolos como si nada malo fuera a pasar.


Antes de irnos de Brujas para visitar Gante el mismo día paramos en otra iglesia muy diferente, la Basílica de la Santa Sangre del siglo XII y que tiene bajo su resguardo un trozo de tela supuestamente con la sangre de Cristo, de ahí su nombre y debido a esto mucha gente de todo el mundo la visita. Independientemente de eso para nosotros valió mucho la pena ver la iglesia llena de pinturas en todos sus muros y columnas, algunas representando la vida de Cristo.

Desde Brujas llegamos en tren a Gante, otra ciudad belga tan pero tan bonita que quieres pasar ahí todo un día. La ventaja de Gante para nosotros fue que había menos turistas que en Brujas y más locales lo que a la vez significaba menos tienditas de souvenirs y más comercio local, eso nos gustó porque se sentía más auténtica. Lo que sí nos llamó muchísimo la atención fue la cantidad tan impresionante de bicicletas estacionadas justo afuera de la estación, eran miles Yo no sé cómo le hace la gente para encontrar su bici aquí, es una verdadera invasión, no hay un solo espacio sin una bici. Viendo eso yo pensaba que la ciudad iba a estar ultra llena de ciclistas como en Ámsterdam pero no, sí había pero no eran demasiados.

Entramos a visitar un castillo bien medieval, el llamado Castillo de los Condes de Flandes del año 837 y renovado en el 1142, una típica fortaleza de piedra en donde sólo faltaba la princesa con el sombrero en forma de cono y el caballero peleando contra dragones, todo lo demás estaba ahí, y por supuesto nosotros arruinando toda la escena porque no nos habíamos disfrazado acorde al lugar. El recorrido nos llevó como 3 horas pasando por todas las habitaciones y escuchando la audio guía narrada por un comediante lo que la hacía súper entretenida, sarcástica y llena de datos curiosos, ridículos y chistosos entre toda la historia que estaba súper interesante ya que era el centro de riqueza y poder de los condes de la región de Flandes que abarcaba la mitad norte de Bélgica, parte de Francia y de Países Bajos.

Saliendo del castillo seguimos caminando y disfrutando de Gante. Sus calles y casas de piedra bien lindas, el canal atravesando la ciudad, flores por aquí y por allá. Una belleza de ciudad, lo disfrutamos muchísimo y si hubiéramos tenido más tiempo seguro que nos hubiéramos quedado hasta varios días.


La opinión del viajero Luis sobre Brujas y Gante:

Lo mejor: El Castillo, el tour, la vista y todo lo que tiene el castillo está muy padre.

Lo peor: Esperaba más de Brujas, no sé ni qué pero esperaba más.

La más chistoso: Afuera del castillo de Gante había un perro muy chistoso que estaba nadando en el foso del castillo, era como fuera el dragón defensa del castillo.











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