Normandía y Bretaña, Francia: el fantástico Mont St Michel, Rennes y Fougeres

 

23 de agosto de 2022. Quiero ir a conocer Mont Saint Michel, es uno de mi sueños. Eso era lo que Alfred me decía desde que empezamos esta gran aventura en octubre de 2021 así que no nos podíamos ir de Francia sin pasar a verlo. Yo hace más de 20 años lo había visitado y en esa ocasión me enamoró, un pueblito y abadía únicos en una mini montaña en el norte de Francia alejado de todo. Yo podría regresar y regresar una y otra vez sin problema. 

Con el único objetivo de visitar Mont Saint Michel nos hospedamos en Rennes, la capital de la región de Bretaña. En Rennes nos enteramos de que por las noches de verano hacían proyecciones en el edificio del parlamento. Cenamos temprano y nos fuimos a ver el show. Llegamos justo a tiempo para acomodarnos y que empezara una proyección espectacular, el mejor mapping que habíamos visto, el edificio iba cambiando de colores y diseño de manera impresionante al ritmo de música, luego empezaron con temas de países empezando con Brasil, luego nuestro hermoso y querido México, India, Japón y China. ¡Sabían que íbamos a venir y por eso pusieron el de México, qué buena bienvenida a Rennes!

Al día siguiente y porque Alfred lo pidió nos fuimos a Mont Saint Michel, un tren y un autobús nos dejaron casi en las faldas del fantástico monte que fue formado por la naturaleza a la orillas del mar o en el mar, depende de la hora de la visita, donde el humano decidió hacer una abadía y un pueblito. Estoy segura de que no hay un lugar como éste en algún otro lugar del mundo. Al bajar del autobús todos los turistas nos quedábamos congelados observando el monte y Alfred con una sonrisa gigante ¡Estoy en Mont Saint Michel! ¡Está increíble! ¡Wow! ¡Uno de mis sueños!

Para ese momento el mar estaba lejos lejos lejos, sólo había un poco de agua aquí y allá en forma de pequeñas lagunas. Le dimo la vuelta al monte por toda la playa hasta una rampa que encontramos y por la que subimos y subimos, nos encontramos con una bola enorme de gente que pudimos traspasar y seguir caminando por la construcción de la abadía, desde ahí la vista a la playa era muy bonita, pura arena y rocas alrededor. 

Seguimos recorriendo el monte, llegamos a las calles del pueblito de casas viejitas, de madera y de piedra atascadas de comercios y turistas pero sin que eso le quitara el encanto, al menos para nosotros que ya estábamos preparados para encontrarnos con una muchedumbre. Así nos la pasamos perdiéndonos por todo el monte por callecitas que subían, bajaban, serpenteaban hasta que finalmente llegamos a la salida, le dijimos adiós al encantador monte y regresamos a Rennes.


Al día siguiente, que al parecer iba a llover, nos fuimos a un pueblo cercano a Rennes llamado Fougeres que fue muy importante durante la Guerra de los 100 Años para que Bretaña se uniera a Francia en contra de Inglaterra que nada más se la paseaba saqueándolo, poco después de eso acabó la larga guerra y Bretaña quedó como parte de Francia. Visitamos el castillo medieval, una de las fortalezas medievales más grandes que quedan en Francia. Nos pareció súper interesante toda la historia alrededor del castillo y verlo también desde la visión de herramienta de defensa militar, aunque creo que no era muy efectivo porque sí los atacaron y conquistaron varias veces, pero la luchita se hizo.


Caminamos también por los alrededores del castillo, la parte de vieja llena de callejones y casas bien viejitas Es curioso cómo muchas casas antiguas tenían puertas muy chaparritas, ¿ya viste? 

Regresamos a Rennes y como era temprano nos daba todavía tiempo de ir a correr y visitar el que dicen que es uno de los parque más bonitos de Francia ¿Será? Tendremos que averiguarlo. Pues sí, resultó ser un encanto de parque, con extensiones enormes de jardín con árboles de todo tipo, riachuelos, cascaditas y un jardín de rosales de concurso mundial. Varias veces tuvimos que interrumpir la corrida para tomarnos fotos, no pudimos evitarlo, era demasiado bonito para pasar de largo corriendo.



Lo mejor: Pues obvio Mont Saint Michel porque es espectacular. Verdaderamente una cosa que parece sacada de una película de fantasía y eso de que en la tarde se llene de agua es cosa de locos.

Lo peor: Todo estuvo muy bien pero si tuviera que decir algo sería que para los que viajamos en tren hay pocos horarios y no tienes más que llegar e irte a una hora exacta.

Lo más chistoso: Estábamos visitando una iglesia en Fougeres cuando empezamos a oir a lo lejos una voz cantando "Aleluya Aleluya" que se iba acercando cada vez más hasta que vimos a un señor en bicicleta entrando a la iglesia y recorriendo toda la iglesia andando en la bicicleta cantando a todo pulmón "Aleluya Aleluya". Dos minutos después llegó la policía a sacarlo. Fue una escena muy rara.












Comentarios

  1. Cada publicación y descripción que hacen se me hace verdaderamente mágica!!! gracias por compartir siento que no tienen tanto de haberse ido y en unos días más ya será un año!!! Los queremos y los extrañamos mucho

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    1. Wooow! Qué padre que nos lees! Sí, ya casi un año Tan... Igual a nosotros se nos ha ido de volada el tiempo. Un abrazote!!

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