Granada, España: La espectacular e inigualable Alhambra

 

5 de septiembre de 2022. Después de visitar por las dos bien conocidas Barcelona y Madrid viajamos para conocer Granada y su famosa Alhambra de la que habíamos oído algunas cosas definitivamente no suficientes para imaginar siquiera lo que nos esperaba.

El primer día que pasamos en Granada fue muy tranquilo, desayunamos, descansamos y nos entretuvimos un poco en labores administrativas porque, aunque no estemos físicamente en México, tenemos que ocuparnos de algunas cosas por allá. En la noche, que ahí llamarían tarde porque en realidad seguía la luz del día fuimos a ver un show de flamenco pero al llegar nos pidieron regresar al siguiente horario porque les faltaba uno de los bailadores. Entonces nos fuimos a dar la vuelta por Granada, teníamos poco más de una hora para picarnos los ojos y regresar a las nueve de la noche o nueve de la tarde para los locales. Paseamos por las bellísimas calles y callejones de Granada, todas empedradas subiendo y bajando de una montañita por donde era muy fácil y grato perderse. De pronto nos dimos cuenta de que en frente de nosotros y a lo lejos teníamos las torres y bardas de magnífica La Alhambra pintada de roja con el atardecer. Se veía enorme, yo no pensé en realidad que fuera tan grande. Impresionante.

Ya cerca de las nueve regresamos al show de flamenco a disfrutar de una hora de puro talento que hasta nos puso los vellitos de puntas por la maravillosa voz flamenca llena de emociones, y ni se diga de la bailaora y el bailaor que movían sus pies y manos como si tuvieran vida propia, de manera bellísima, llena de carácter y pasión. Hasta ese momento creo que no le había puesto mucha atención al flamenco, ahora ya estoy esperando la siguiente oportunidad de ver y escuchar algo así de nuevo.

Al día siguiente nos levantamos a correr por un parque muy bonito llamado Federico García Lorca quien nació ahí en Granada y en su honor hay también calles y universidades. Después comimos un buen desayuno para tener energías para nuestra esperada visita a La Alhambra. 

No voy a poder describir todo lo que vimos en La Alhambra porque sería larguísima además de que necesitaría un gran talento al escribir para hacerle un poquito de justicia a la maravilla que es eso, pero trataré de hacer un resumen decente. Maravilloso, espectacular, hermoso, interesante, increíble, bellísimo. Ese fue mi resumen.

Bueno, está bien, explicaré un poco más. La Alhambra se empezó a construir en el siglo IX sobre la base de una fortaleza que ya existía en una montaña en Granada en un contexto ya de pérdida de territorio por parte de los árabes contra los cristianos. Era importantísimo que La Alhambra fuera una fortaleza básicamente inconquistable y así fue, pero la visión de los sultanes fue no sólo hacer una fortaleza, sino hacer una pequeña ciudad riquísima en arquitectura y paisajismo que sorprendiera e intimidara a cualquiera que la visitara y sí funcionó durante más de 100 años. 

El rey de los cristianos y el sultán se hicieron amigos porque los dos gustaban mucho de las artes y la arquitectura, y competían entre sí para ver cuál de los dos hacía sus palacios más bellos. Así La Alhambra se embelleció hasta niveles incomprensibles para el ojo mundano y aguantó hasta que llegaron los Reyes Católicos con políticas de cero tolerancia y mandar para fuera a todas las demás religiones. Ellos tardaron 10 años en conseguir la rendición de esta fortaleza cortando todos los suministros desde fuera. Afortunadamente sí apreciaron la belleza de los palacios y aunque hicieron algunas adecuaciones la mayoría se conservó sin alteración para el deleite de los turistas del siglo XXI.

Alfred y yo pasamos seis horas y podríamos haber estado dos horas más en La Alhambra. Recorrimos los palacios con una arquitectura tan exquisita que nuestros ojos y cerebro acababan abrumados de observar tanto detalle mudéjar de proporciones matemáticas perfectas, recorrimos también jardines preciosos llenos de flores en un desorden aparente pero acomodadas con total armonía rodeados de arbustos y árboles junto con fuentes de agua aquí y allá para refrescar los calurosos veranos de Granada. También fue todo un reto la ingeniería hidráulica para subir el agua del río a la montaña y tener todo el año la cantidad de agua precisa para regar todos los jardines y para consumo interno.

Nosotros creíamos que seis horas iban a ser más que suficientes pero la realidad es que las últimas dos horas si tuvimos que apurarnos un poco más para terminar de ver toda la hermosura del lugar porque no pensábamos irnos de ahí sin haberlo visto todo, era demasiado extraordinario para dejar algo sin ver.

Cuando salimos de La Alhambra ya estaba anocheciendo así que bajamos de la montaña a Granada para ir a cenar con la vista a La Alhambra en la cima y la luna adornando el cielo. Acabó siendo uno de nuestros días favoritos del viaje.

La opinión de Alfred sobre Granada:

Lo mejor: La Alhambra obviamente. La Alhambra es La Alhambra. Espero que no me haya arruinado toda la cultura árabe el resto del viaje porque todo lo voy a estar comparando siempre con La Alhambra.

Lo peor: No se me ocurre de que quejarme, así es de bueno Granada.

Lo más chistoso: En el Airbnb en el que nos quedamos la dueña era una brasileña que llevaba viviendo en España 20 años y que nos recibió como si fuéramos familia que habíamos llegado de Brasil. Nos recibió con café, nos regaló una botella de vino, nos platicó de su vida, de problemas que tuvo con otro inquilino. Ella platicando y platicando mientras la familia ya la estaba esperando para irse de vacaciones pero ella estaba feliz de platicar con nosotros sin parar. También otra cosa fue que la familia se emocionó mucho porque una de sus hijas se llama María de Lourdes igual que Lulú y ellos no habían conocido a nadie con ese nombre porque en Europa no es común.  














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