Ankara, Turquía: nuestras vacaciones de las vacaciones en la capital turca

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12 de octubre de 2022. Dejamos el continente Europeo viajando de Estambul a Ankara porque Turquía es uno de esos pocos países en el mundo cuyo territorio está divido entre Europa y Asia. Eso de las divisiones políticas cada vez se me hace más raro y más arbitrario. Son ganas de ponerle diferentes nombres a los territorios. Ya investigaremos eso. Mientras tanto fue muy emocionante ir en taxi cruzando el puente que nos llevaba de Estambul europeo a Estambul asiático para llegar a su aeropuerto. ¡Ya estamos en Asia! ¡Qué emoción!

Llegamos al aeropuerto de Ankara, tomamos un autobús que nos llevó del aeropuerto hasta la zona de nuestro hospedaje y nos detuvimos en un restaurante a comer antes de llegar a hacer el check-in. Esta vez después de un año de viaje nos íbamos a tomar casi una semana de vacaciones del viaje ¿Cómo que vacaciones del viaje? ¿No están de vacaciones? Pues no porque nuestro trabajo es estar viajando y también uno se cansa de estar planeando cada nuevo destino y sobre todo estar a las carreras todos los días. Esta vez íbamos a hacer una pequeña pausa y para eso Alfred eligió Ankara por ser una ciudad que valía la pena conocer pero en donde no había tanto que hacer como en otras así que no contaré lo que hicimos cada día porque qué aburrido. Sería algo así como: Nos levantamos, hicimos ejercicio, desayunamos, nos bañamos, descansamos, salimos a comer, descansamos y nos dormimos. Bueno, además de eso yo aproveché para poner al día el blog que tenía súper atrasado, me faltaba publicar Portugal y todo Italia. Con mucha emoción puedo decir que después de un año de viaje me puse al día y por eso estoy muy orgullosa de mí. Aplausos de mí para mí.

Regresando a Ankara, probamos mucha comida turca deliciosa que nos encantó por ser súper completa, nutritiva y barata, con mucha verdura, mucho sabor y mucho en general. Lo primero que conocimos fue una mezquita. Alfred me había dicho que hace años cuando viajó a Ankara de trabajo y conoció esa mezquita a una amiga que iba con él no la dejaron pasar al espacio principal y la habían mandado a un corralito como niña castigada, así que yo traía bajas expectativas. Cuando llegamos vimos un letrero que designaba el espacio para las mujeres pero mi sorpresa fue que ese espacio eran 3 pisos de pasillo que rodeaban casi por completo la mezquita y que dejaba apreciar toda la mezquita desde diferentes ángulos y alturas. La verdad que ese espacio exclusivo para mujeres me parece hermoso. No me quejo para nada. Pero además sí tenía permitido como mujer entrar al resto de la mezquita pero solamente que no fuera la hora de la oración porque ahí sí solamente debía de quedarme en el área destinada para mujeres. Bueno, nada mal. Traíamos ideas muy erradas.

Otro día fuimos a conocer el monumento a Mustafa Kemal Ataturk, el padre de Turquía quien después de la primera guerra mundial y al mando de los ejércitos expulsó del territorio turco a ingleses, franceses, griegos e italianos para retomar su independencia y crear Turquía cómo república en 1923, hacer un estado laico, reformar el idioma, invertir en educación, darle los mismos derechos a la mujeres que a los hombres y un sinfín de reformas que formarían al Turquía que conocemos hoy. Es increíble cómo una persona puede lograr tanto por un país completo. No me sorprende que sea el héroe que todo Turquía venera. 

Llegamos al monumento que era impresionante, una plaza rodeada de columnas donde sobresalía un salón con la representación de la tumba de Ataturk. De pronto unos policías empezaron a mover a todos los turistas a un lado para dejar entrar al salón a unos soldados marchando de la manera más lenta y silenciosa que había visto cargando un arreglo de flores para cambiar las que tenía la tumba. ¡Qué buena suerte tenemos que nos tocó el cambio de las flores!

Después de eso entramos al museo de Ataturk. Un excelente museo muy bien explicado donde aprendimos sobre toda su vida, logros, hazañas y su genialidad para crear todo un país casi de cero evitando que los países europeos descuartizaran el país dejándolo como lo que hoy es Irak o Siria que también tuvieron ocupaciones de países como Inglaterra y Grecia, y que cuando se fueron todo quedó hecho un desastre.

El último día en Ankara fuimos a correr porque estaba bueno estar de vacaciones pero no había que exagerar. Después comimos nuestro merecido desayuno que estaba buenísimo y nos fuimos a conocer el Castillo de Ankara. Llegamos a los muros enormes que atravesamos para encontrarnos con un pueblito súper lindo de callecitas empedradas con sus restaurantes y tienditas de souvenirs, seguimos el camino hasta las ruinas de lo que alguna vez fue una gran fortaleza, y como toda buena fortaleza tenía una gran vista de Ankara y de las montañas que la rodean.

Salimos del castillo para entrar al Museo de las Culturas de Anatolia. Un gran museo que nos encantó visitar y que respondió una de las preguntas que yo traía como ¿Aquí quiénes habitaban antes de los otomanos? El museo empezó por darme respuesta desde la era paleolítica, pero la civilización en forma que empezó por asentarse en este territorio conocido como Anatolia fueron los Hititas quienes ya tenían toda una civilización desde el 2,500 aC. Vimos cosas súper curiosas que nos encantaron como pequeñas tabletas de barro del tamaño de una cartera que usaban como contratos escritos de todo tipo, desde préstamos hasta matrimonios y divorcios, y también servían como documentos de identificación. Por alguna razón Alfred se quedó analizando el de divorcio.

También vimos la clara relación que tenían con Egipto pues su arte en piedra era muy parecido y es que ambas civilizaciones eran muy poderosas, comerciaban y también se enfrentaban en guerras. ¡Checa esto! Aquí dice que en el 1270 aC los Hititas y Egipto firmaron el primer tratado de paz entre dos naciones en el mundo. También vimos que ya usaban los sellos fiscales en el comercio. Verdaderamente civilizaciones que sentaron las bases para muchas de las prácticas en el comercio y negocios actuales. Súper interesante todo lo que vimos en ese museo y más considerando que todavía íbamos a estar viajando dos semanas más por Turquía.

En la noche de ese día nos fuimos a pasear y romancear por lo que sería el Chapultepec de Ankara, aunque más pequeño pero también muy bonito. Iluminado especialmente para lucirlo en la noche. Nos encontramos con un carrito que vendía elote con mayonesa y recordando a nuestra querida Ciudad de México nos compramos un vasito del que sería la versión de esquite pero turco.

La opinión de Alfred sobre Ankara:

Lo mejor: Probablemente el monumento a Ataturk, sobre todo cuando investigamos su interesante historia y cómo básicamente es el que creó la Turquía moderna, entonces es muy especial estar en su monumento y su museo.

Lo peor: ¡Cómo fuma la gente, qué bárbaro! Todo huele a cigarro, los taxis huelen a cigarro, la estación de autobuses huele a cigarro, todo.

Lo más chistoso: Donde nos quedamos había un jardín con una familia de gatos y en la noche me asustaban sombras enormes que se hacían en las ventanas. Resulta que eran los gatitos que se subían a los marcos de las ventanas.













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