Ahmedabad, India: cuna de la independencia, el pozo más bonito y la estatua más grande del mundo

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2 de enero de 2023. Ya empezamos el año 2023 y seguimos viajando. No puedo creer en todos los lugares en los que hemos estado, todos con su historia que contar, todos con su encanto. Y nuestro viaje sigue, todavía en la maravillosa India. Desde Udaipur tomamos un tren cama bien cómodo con cobijita y toda la cosa que nos llevó seis horas de camino para llegar hasta Ahmedabad en el estado de Gujarat, una ciudad fundada hace 600 años por el sultán Ahmed Sigh II quien decidió cambiar su capital de lugar y construir todo desde cero. Llegamos un poco tarde, como a las 11 de la noche, y estuvimos un buen rato esperando a que algún Uber pasara por nosotros a la estación porque la verdad que eso de andar regateando el precio con los conductores de los tuc tucs no se nos da y es algo muy desgastante para nosotros, así que muchas veces preferimos esperar un poco más pero que llegue un Uber que son más cómodos, salen más baratos y nos ahorran el regateo. Llegamos a un hotel en el centro de la ciudad, en frente de una mezquita con unas ventanas talladas en piedra hermosas. En ese hotelito todo estaba muy bien excepto que las tuberías de agua de vez en cuando hacían un ruido como si alguien golpeara la pared así que en esos días no dormí tan bien como me hubiera gustado pero bueno, no se puede todo, ahora aprecio los lugares donde las tuberías no hacen esos ruidos.

Al día siguiente empezamos a conocer la ciudad caminando por el centro para ver las primeras construcciones que mandó a hacer el fundador de la ciudad que por supuesto ya no estaban en tan buenas condiciones pero que todavía estaban en pie. Caminando nos encontramos con los restos de lo que alguna vez fue el Bhadra Fort, no pudimos entrar porque está en trabajos de restauración pero aún así no había demasiado que ver, son ruinas de lo que alguna vez fue el gran fuerte de la ciudad. Seguimos por la calle de la entrada del fuerte entre un mercado que hace 600 años era un mercado de artículos de lujo como seda y joyería. Ahora todo eso seguía siendo mercado pero de ropa artículos electrónicos y cosas que la gente común va a comprar. Pasamos por una de las puertas de la ciudad con unos tallados en piedra muy diferentes a lo que hemos visto hasta ese momento en India.

Seguimos y llegamos hasta la entrada de una mezquita que fue construida junto con el fuerte como parte de la la nueva ciudad de Ahmed y que si no fuera porque en el celular veíamos que ya habíamos llegado nos hubiéramos pasado de largo sin duda. Entramos a la explanada de la mezquita donde fue muy raro para nosotros ver que casi no había gente y también nos dio una cierta sensación de alivio y de tranquilidad porque eso en la India es rarísimo. Los detalles en la mezquita eran muy parecidos a lo que habíamos visto en la puerta de la ciudad vieja y eso era lo que se considera la máxima expresión del estilo de esa región de India del estado de Gujarat.

‌Saliendo de ahí fuimos en tuc tuc hasta el llamado Sabarmati Ashram que fue la residencia de Gandhi a partir de 1915 cuando un regresó de Sudáfrica y empezó a hacer los planes para la independencia de India. Lo que le llamamos casa de Gandhi en realidad es un complejo en donde una de las construcciones era la modesta casa y las demás eran casitas pequeñas de otras personas que se hospedaban ahí por un tiempo, otras eran centros de trabajo, otras espacios de meditación. Ahora casi todo es un museo muy bien puesto y ultra interesante. A través de las palabras del propio Gandhi aprendimos parte de su historia y cómo fueron evolucionando esas instalaciones y él mismo hasta llegar a convertirse en una de las personas más importantes en el movimiento no violento de independencia de India. Personajes como él siempre me hace cuestionar mi propio actuar y mis propios objetivos en la vida y me hacen pensar qué puedo hacer yo para contribuir para mejorar mi entorno. Al estar leyendo todas esas frases de Gandhi me animó al final a ir a la librería y comprar su autobiografía que ahora estoy leyendo.

Saliendo comimos y nos fuimos a visitar un templo de una secta hinduista llamado Shree Swaminarayan. Este templo es muy importante para los seguidores de Swaminarayan porque fue el primero, y además tiene una decoración muy bonita. Llegando toqué la campana para despertar a los dioses, según nos habían explicado.

Pero, espera, la descripción que viene en internet sobre el templo no coincide con el templo ¡Ah este no es! Nos habíamos equivocado de templo pero el otro no estaba muy lejos de nuestra siguiente parada así que nos fuimos en un tuc tuc aprovechando que todavía quedaba un poco de luz del día. Llegamos justo en el momento en el que estaban los fieles orando y cantando canciones porque ya se iba a cerrar las puertas donde están colocados los altares de los dioses así que tuvimos mucha suerte de llegar en ese momento y participar de la ceremonia.

Nuestra última parada ese día fue un lago que, como en Udaipur, construyeron los mogoles como reservorio de agua pero también para tener en medio del lago un pequeño palacio de verano para refrescarse de los horribles calores de la región. Ese lago estuvo abandonado durante muchos años, incluso se llegó a secar, pero hace poco el gobierno de la ciudad lo rescató por completo y lo remodeló y ahora es una de las atracciones más importantes para los locales. Por primera vez para entrar a ese lago y parque no había un costo de entrada mayor para extranjeros así que nos salió como en 5 pesos por los dos, sí, por los dos. El lago completamente redondo era una cosa impresionante, enorme y muy bonito, perfectamente bien iluminado en la noche. Estuvimos caminando a su alrededor viendo todo lo que tiene para el entretenimiento de las familias como un trenecito, zoológico, mariposario, parque de diversiones con juegos mecánicos y un montón de atracciones. Recorrimos toda la orilla del lago y compramos tickets para ver un show muy entretenido de fuentes y luces.

‌Al día siguiente nos levantamos tempranito para tomar el tren hacia la estatua más grande del mundo: la Estatua de la Unidad que se construyó en 2018 en honor a Sandar Patel, una de las personas más importantes en la independencia de India pero sobre todo de su unificación porque los británicos querían dividir a India en Hindustán, Princestán y Pakistán, al final se dividió sólo en dos porque Patel logró convencer a más de 500 principados para unirse a India y ser un país mucho más fuerte no controlado por los británicos. Llegamos a la estación de tren, nos subimos a un bus gratuito para acercarnos a la entrada ¡Ahí está la estatua! ¡Es enorme! Por supuesto que nunca habíamos visto una estatua tan grande, de 182 metros de altura, era impresionante. Nos bajamos del autobús sin poder dejar de ver ese gigante que parecía que en cualquier momento se iba a empezar a mover. 

Lo malo es que no pudimos acercarnos hasta los pies de la escultura, literalmente los pies, porque los tickets que vendían a los extranjeros estaban carísimos e incluían forzosamente cosas que nosotros no queríamos hacer y además ya estaban agotados porque las agencias de viaje los compran todos. Bueno, vamos a hacer otras cosas. Junto con la escultura el gobierno desarrolló un montón de otras atracciones en las cercanías que aprovechamos. Fuimos al Safari que se llamaba safari pero era zoológico donde vimos algunos animales muy peculiares como un pavorreal blanco y nos divertimos mucho viendo las traducciones de los nombres de los animales. La mejor fue que tradujeron Indian wild ass a Culo salvaje indio. Eso se llevó el premio a la mejor traducción del mundo. 

Nos subimos en el siguiente bus para ver otra atracción, un jardincito curioso con plantas del mundo y unas esculturas de pingüinos simulando la Antártida ¿por qué? Ni idea. Esperamos al siguiente bus que nos bajó en un vivero bonito aunque nada espectacular. Esperamos al siguiente bus que nos llevó a un jardín de cactáceas que ese sí nos gustó mucho porque demás de muchas cactus es que nosotros ya conocíamos bien otros era de India específicamente que jamás habíamos visto y estaban increíbles. Ahí nos pusimos a platicar con una de las chicas parte del staff que se emocionó mucho que veníamos de México porque el 40 % de las plantas que tienen son mexicanas y nos empezó a preguntar sobre sí era cierto es que comíamos algunas de ellas, le contamos que comíamos el nopal y la tuna, y hasta nos acabó pidiendo la receta para hacer los nopales. 

Esperamos otra vez el bus para que nos llevara de regreso a la entrada, volvimos a admirar la mega estatua y regresamos a la estación de tren caminando para cenar en un restaurante de la estación y regresar a Ahmedabad.

El siguiente día hicimos un tour para visitar algunos lugares emblemáticos a unas pocas horas de la ciudad. El conductor que nos llevó hablaba muy bien inglés porque estuvo viviendo un tiempo en Estados Unidos así que también conocía bastante de la cultura mexicana y pudimos platicar mucho con él durante todo el recorrido de ese día además de que él sabía muchísimos datos y muchísima información de la India de los lugares por los que íbamos pasando. Nos llevó primero a Sidhpur que no teníamos ni idea de lo que era eso. Resultó ser una ciudad donde vivían más que nada musulmanes en donde a principios del siglo XX se pusieron a construir sus casas con un estilo afrancesado muy peculiar. Estaba lindísimo el lugar casa tras casa con colores diferentes y algunas muy bien mantenidas. 

Lamentablemente nos contó el conductor que todas estas casas no están protegidas de su destrucción por lo que los dueños son libres de venderlas y quienes las compran normalmente las derriban para hacer departamentos así que poco a poco lo bonito de esas calles que vimos se está perdiendo. Después nos llevó a un museo muy bueno sobre vestigios arqueológicos hinduistas de la región y también conocimos el templo dedicado a las madres puesto por el gobierno para que la gente vaya a ser ahí sus ofrendas en honor a sus mamás. Allí un grupo de indios llegó y se empezó a tomar miles de fotos con nosotros como si fuéramos gente famosa, y aprovechando nosotros nos tomamos foto con las mujeres que estaban vestidas de manera tradicional ¡Hermosas mujeres!

De ahí fuimos a una de las atracciones más importantes de la zona que es un pozo de agua hermoso, dicen que hasta el momento no se ha descubierto ninguno más bonito que ese. Fue construido en el siglo XI como un pozo de agua y templo a la vez pero con el paso del tiempo se llenó de lodo y quedó sepultado durante cientos de años hasta que en 1940 se redescubrió y para 1980 se empezó a restaurar. Gracias a que estuvo cubierto durante tanto tiempo es que las esculturas maravillosas talladas en piedra arenisca se pudieron conservar también durante tanto tiempo. Estábamos fascinados viendo ese el lugar, cada escultura y cada columna. Efectivamente uno de los lugares más bonitos hemos visto en India.

Saliendo de ahí y por último en ese tour fuimos al Modhera Sun Temple, todavía llegamos con un poco de sol antes del atardecer y pudimos ver el lindo pozo de agua escalonado con 108 mini templos a su alrededor y los bellísimos templos tallados. 


De pronto una horda de niños como de 13 años llegaron con nosotros a pedirnos fotos con ellos y así transcurrió por lo menos la siguiente media hora, con niño tras niño tomándose fotos con nosotros, me acabaron doliendo los cachetes de tanto sonreír y posar para las fotos.

Se puso el sol y se iluminaron bien bonito los templos y el pozo.

Y en cuanto oscureció empezó el show de mapping con toda una explicación que supongo estaba muy buena y emocionante porque la demás gente se emocionaba y aplaudía y gritaba, todos menos nosotros porque todo estaba en gujarati, nada en inglés. Aún así el mapping estaba súper bien hecho y lo disfrutamos muchísimo.

La opinión de Alfred sobre Ahmedabad:

Lo mejor: Lo mejor está muy difícil de decidir porque tiene muchísimas cosas muy bonitas y espectaculares. Definitivamente la Estatua de la Unidad que es la estatua más grande del mundo es algo espectacular y que te deja sin palabras cuando estás ahí, pero yo creo que el premio se lo lleva el pozo Rani Ki Vav que es un pozo de agua, templo, castillo y demás que está excavado 20 metros abajo de la tierra y que fue redescubierto hasta 1940.

Lo peor: lo peor es que todas estas cosas espectaculares que hay están lejísimos una de otra entonces no te queda otra más que rentar un taxi con un chofer para ir de un lado a otro y para ir a un lugar se te va todo un día. El problema también es que no hay tours de autobuses con varios turistas sino que básicamente estás obligado a rentar un taxi con un chofer para ti solo y para todo.

Lo más chistoso: lo más chistoso fue en el Templo del Sol que es un pozo de agua decorado muy muy muy bonito, muy espectacular, nos encontramos con una o varias escuelas de niños indios que les encanta tomarse fotos con los turistas, y literal se estuvieron tomando fotos con nosotros como media hora. Acabamos tomando más fotos con ellos que entre nosotros dos. Ya me sentía yo Mickey Mouse en Disneylandia tomando fotos con todos los niños como botarga. Incluso hasta los adultos empezaron a tomarse fotos con nosotros, fue una locura.

















  

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