Aurangabad, India: antiguos increíbles templos y monasterios excavados

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6 de enero de 2023. Ya nos quedaban pocos días en India después de haber pasado más de un mes en ese increíble país con el que ya nos habíamos encariñado mucho, especialmente con su comida pero más que nada con su gente tan sonriente y tan cálida. Desde Ahmedabad tomamos un tren semi rápido hacia Mumbai por 330 pesos por persona con un servicio espectacular, como de avión, ya quisiera cualquier país Europeo ese servicio. El tren era nuevecito, muy cómodo y durante nuestro trayecto nos sirvieron snack y también una rica comida, estábamos realmente sorprendidos con el servicio.

Sólo nos hospedamos una noche en Mumbai porque al día siguiente viajábamos a Aurangabad pero eso no quitó que aprovecháramos nuestro hospedaje justo en el malecón de Mumbai donde súper emocionados vimos que podíamos correr por la mañana antes de tomar el tren hacia Aurangabad. Esa era la primera vez en dos meses que teníamos la oportunidad de salir a correr y aunque fue poca la distancia lo disfrutamos muchísimo. Una lástima que en muchos países no se use hacer ejercicio al aire libre y siendo mujer mucho menos. Hasta ahora sólo en las ciudades más occidentalizadas hemos encontrado esos espacios.

Al día siguiente tomamos el tren con rumbo a Aurangabad, una ciudad que recibe su nombre por el emperador mogol Aurangzeb que gobernó en el siglo XVII aunque nos enteramos de que a penas en el 2022 por decreto el nombre de la ciudad había cambiado a Sambhaji Nagar en honor a un hindú que gobernó la región y luchó en contra de los mogoles que eran musulmanes. ¡Ay qué lata! Les encanta estar provocando controversias con el pretexto de la religión. El actual gobierno indio es hinduista extremista y aunque India tiene una de las  poblaciones musulmanas más grandes del mundo este gobierno está trabajando principalmente por y para los hinduistas y eso por supuesto que intensifica los conflictos entre gente de ambas religiones.

El Airbnb en el que nos quedamos era la casa de una familia lindísima donde el hijo hablaba muy bien inglés así que con él tuvimos largas pláticas en los riquísimos desayunos y cenas que su mamá nos preparaba con todo gusto, probablemente fue el lugar de toda India donde comimos más rico. 

Contratamos un taxista por dos días para que nos llevara a los principales atractivos de la región. El primer día fuimos a las llamadas Ellora Caves, un conjunto de templos y monasterios hinduistas, jainistas y budistas excavados y esculpidos entre el año 600 y 1000 dC. Se les llaman cuevas porque ese fue el resultado que obtuvieron pero antes esas eran montañas completas, no había ninguna cueva antes de que se les ocurriera tal hazaña. El lugar nos recordó un poco a Petra en Jordania, pero aquí en la mayoría lo más impresionante estaba en la decoración interior.

Fuimos visitando cueva por cueva y cada una nos sorprendía con sus lindísimas columnas, las impresionantes esculturas de dioses como Shiva. Algunas cuevas era realmente grandes que estando dentro se nos olvidaba que estábamos en las entrañas de una montaña.

Lo más impresionante fue cuando llegamos al llamado Templo de Kailasanatha, todo un complejo de templos completamente esculpidos en una montaña. Dicen que les tomó alrededor de 100 años completar esa obra tan majestuosa y loca. De verdad que no podíamos creer que alguna vez todo eso hubiera sido parte de una sola montaña. 

Esa sin duda es la joya de Ellora, donde más gente nos encontramos y por ende donde nos pidieron más fotos con nosotros. Normalmente en recorrer este complejo a la gente le toma entre 2 y 3 horas pero nosotros estábamos tan fascinados con las cuevas que  nos llevó más de 4 horas y eso que sí tratamos de apurarnos para que el taxista no nos viera feo por tardarnos tanto.

Saliendo de ahí fuimos a visitar el Bibi Ka Maqbara también conocido como Mini Taj Mahal porque es una copia en chiquito de su majestuoso predecesor. Éste lo mandó a construir el hijo de Aurangzeb, en honor a su mamá, por supuesto con un presupuesto muchísimo menor así que parte del recubrimiento es mármol y parte es pintura, y la decoración en lugar de ser puro trabajo en mármol es un trabajo pintado que también es lindísimo. Durante mucho tiempo no tuvo buen mantenimiento y se deterioró un montón, afortunadamente ahora que en el 2023 India será anfitrión del G20 lo están restaurando para dejarlo lindísimo y que sea una copia digna del original.

Al día siguiente el conductor pasó temprano por nosotros para llevarnos a Ajanta Caves a poco más de 2 horas de Aurangabad. Los espero aquí en el estacionamiento ¿cuánto tiempo piensan pasar en las cuevas? Le contesté No sé, tal vez cuatro horas. E inmediatamente me respondió No, no no, dos horas es suficiente, en dos horas nos vemos. Los conductores siempre sufren con nosotros y nuestra lentitud en la visita de lugares.

Las cuevas de Ajanta fueron construidas por budistas entre siglo II aC, durante el auge del budismo en India,  y el VII dC cuando empezó su decadencia, y quedaron en el olvido durante siglos hasta que en 1819 un grupo de soldados las descubrió cuando estaban por la zona cazando tigres. Espero que ese descubrimiento los haya distraído lo suficiente como para no continuar con la cacería. Como quiera que sea seguro que fue increíble para ellos mover unas cuantas plantas y de pronto encontrarse con un buda gigante de piedra, seguir descubriendo plantas y toparse con bellísimos templos completos.

En estas cuevas, a diferencia de las de Ellora, el tesoro más grande son las pinturas que aún se conservan en las paredes y techos de templos y monasterios. En varios de esos templos para nosotros era muy difícil distinguir bien las pinturas porque había muy poquita luz en los interiores y de haber sabido eso nos hubiéramos llevado una linterna como traían los guías. Aún así lo que podíamos distinguir era impresionante, escenas detalladísimas de la vida de el Buda, sus reencarnaciones, la corte y otras. 

Algo muy interesante es que nos encontramos con algunas cuevas en donde a penas estaban empezando la excavación y algunos templos casi terminados pero con columnas o pisos que dejaron inconclusos. Nos gustó muchísimo poder ver esas obras en ese estado para darnos una idea del proceso que seguían y el arduo trabajo que requería llegar hasta la terminación de la obra.

Lo mejor: ¡Ay! de Aurangabad obviamente las cuevas en especial la 16 de Ellora que está totalmente tallada en la montaña, les costó 100 años y es algo único en el mundo que ver. Verdaderamente nos dejó con la boca abierta.

Lo peor: En las cuevas de Ajanta quedan todavía pinturas espectaculares pero lamentablemente están muy mal iluminadas, no sé si es a propósito para que tengas que contratar un guía que traen sus lamparitas porque aunque nosotros traíamos unas lamparitas no nos sirvieron de mucho porque no iluminaban mucho.

Lo más chistoso: Ya nos habíamos acostumbrado a que los indios se tomaran fotos con nosotros pero lo que no nos esperábamos es que en el Mini Taj Mahal un señor le entregara a Lulú un bebé, no estábamos seguros si para que se lo quedara o para que se tomara fotos con él. Al final resultó que nada más quería tomarle una foto al bebé con Lulú como si ella fuera una botarga.


















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