Kuala Lumpur, Malasia: enormes rascacielos, templos de todas religiones y parques hermosos

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14 de abril de 2023. Dejamos para el final de nuestro recorrido Kuala Lumpur, la capital del lindo Malasia que hasta el momento nos había gustado muchísimo. Ya veríamos lo que la capital nos tendría preparado. Nos hospedamos a un ladito de Chinatown en un hotel donde el cuarto no tenía ventanas así que cada día tuvimos que confiar en el despertador para saber que ya era hora de levantarnos. Llegando no pudimos evitar darnos cuenta de una torre gigantesca, tan grande que no era posible no verla, era la Torre Merdeka. Su nombre significa independencia, es la segunda más alta del mundo con 680 metros de altura y aunque lleva casi 10 años en construcción todavía no está terminada y no se puede visitar pero sí que se puede ver, y desde la azotea de nuestro hotel se veía espectacular.

Nos pusimos a explorar un poquito en los alrededores del hotel. Nos llamó la atención unos tamborazos que se oían muy fuerte a lo lejos y los seguimos hasta que llegamos a los que parecía la recepción de un evento a donde estaban dejando pasar a cualquiera para ver los dragones chinos danzantes. De pronto llegaba gente y se metía al edificio. Ay, esos parecen como mafiosos, mejor nos vamos antes de que se arme la balacera ¿no? Y es que había llegado un grupo de puros hombres que sí parecían como de la mafia china así que como quien no quiere la cosa nos alejamos del lugar.

Al día siguiente fuimos a visitar el Museo de Finanzas y Economía. Sí, ya sé que no suena atractivo para mucha gente pero la verdad es que estaba súper interesante y la exposición era muy didáctica. Aprendimos sobre el origen de los números que usamos hoy, los que les llamamos arábigos, y resulta que no son árabes sino que se originaron en India en donde comerciantes árabes los aprendieron y con el comercio se los llevaron a Europa donde siguieron evolucionando hasta el día de hoy. También aprendimos sobre los orígenes de su moneda y que en Malasia hay una institución financiera islámica que se rige por las leyes islámicas y que entre otros servicios le brinda planes de ahorro y financiamiento a los musulmanes que buscan ir a La Mecca para que no queden en bancarrota a su regreso.

Saliendo nos fuimos caminando por donde el guardia del museo nos sugirió hasta regresar al centro de la ciudad donde pasamos a comer comida india. Y yo que pensaba que dejando india se había acabado la comida india. ¡Qué bueno que no! ¡Qué rico! 
Caminamos un ratito por el centro, pasamos por edificios emblemáticos y por la plaza donde Malasia proclamó su independencia en 1957. 

De ahí nos fuimos caminando a la torre de telecomunicaciones que se veía muy cerca, ya la veíamos casi enfrente de nosotros pero tuvimos que dar una mega vuelta porque ahí en Kuala Lumpur al peatón se la hacen difícil, de por sí hace muchísimo calor, uno va escurriendo y todavía hay que caminar un montón para llegar a cualquier lado. Bueno, nosotros que íbamos de paseo no nos importaba mucho pero los que viven ahí por supuesto que evitan caminar lo más posible.

Llegamos finalmente a la torre de telecomunicaciones para subir al mirador a 350 metros de altura y admirar la espectacular vista de la ciudad. Podíamos ver en frente de nosotros la torre Merdeka, la segunda más alta del mundo, las impresionantes Torres Petronas y cualquier cantidad de edificios que con gusto estuvimos viendo un buen rato.

Al día siguiente visitamos un templo chino confucionista, Chan She Shu Yuen Ancestral Hall, creado por una asociación de mineros para honrar a las personas más importantes de la asociación. Eso me gusta del confucionismo, creo que es muy bonita la manera en la que veneran a los ancestros y no sólo a los más cercanos y queridos, sino a todos los que hicieron algo importante.

Al día siguiente fuimos al Museo Nacional de Malasia. Ahí casi casi fue nuestro repaso y examen sobre toda la historia que ya habíamos aprendido en estas semanas en el país. Estábamos bien felices viendo todo lo que habíamos aprendido y visitado en Penang, Ipoh, Cameron Highlands y Melaka. Pero lo que más nos gustó fue aprender sobre la historia de la independencia, esa parte sí era nueva para nosotros. Fue muy revelador conocer que las diferentes culturas en Malasia; indios, chinos y malayos, a pesar de sus enormes diferencias se unieron en una sola fuerza política para terminar con la dominación británica. Desde ese entonces todos esos grupos se quieren, se respetan y conviven como una sola comunidad con sus diferencias culturales pero todos consideran que eso es parte de su identidad nacional. Un gran ejemplo para el mundo.

De ahí fue toda una aventura salir a comer, tuvimos que deducir cómo llegar a un restaurante que estaba a 500 metros en línea recta pero con algunos obstáculos antes: una avenida gigante de alta velocidad, hoteles enormes de lujo y centros comerciales. Después de aprovechar el paso subterráneo del metro, atravesar el motor lobby de un hotel, meternos a un centro comercial, subir y bajar escaleras, toparnos con barreras contra peatones, regresar al centro comercial, tomar un elevador, salir a la calle y pasar un último puente peatonal finalmente llegamos al restaurante. Probablemente hicimos 3 kilómetros para llegar a esa zona que estaba a 500 metros de distancia en línea recta. Fue bastante frustrante pero al final de todo la comida valió la pena.

Después hicimos todo el trayecto de regreso, ahora ya sabiendo por dónde, hasta llegar al Perdana Botanical Park que estaba lindísimo. Hacia allá dice que está el jardín de árboles frutales exóticos ¡vamos! Caminamos hacia esa dirección y recorrimos todo el parque pero nunca encontramos tal jardín, como que los letreros no llevaban a ningún lugar en específico. Pero la verdad que no hacía falta porque el parque estaba hermoso lleno de árboles, con un lago súper lindo. ¡Hay que venir a correr aquí otro día!

Por último ese día decidimos ir a visitar un templo budista chino que estaba un poco lejos pero ya que andábamos en eso de estar caminando por todos lados decidimos caminar hasta allá. Ya empezaba a hacerse de noche así que ya estaba más agradable el clima y ya no íbamos escurriendo tanto por el calor. En el camino nos encontramos con unos templos hinduistas bien bonitos, tal vez los más bonitos que habíamos visto en Malasia con el típico estilo del sur de la India. Cuando estuvimos en India no visitamos el sur así que estar viendo ahora la cultura del sur nos encantaba.

Después de más de una hora de caminata empezamos a ver a lo lejos las típicas lamparitas rojas chinas iluminadas ¡Eh! Ya estamos llegando! Sí, habíamos llegado al templo Thean Hou, un templo majestuoso y enorme, de seis pisos y todo decorado de lamparitas iluminadas. Se veía impresionante. Lo recorrimos todo, subimos, bajamos, pasamos por todos los rincones posibles maravillados por su decoración y el efecto que la iluminación tenía en él. De regreso ya tomamos un taxi, considerábamos que por ese día ya habíamos caminado suficiente.

El siguiente día pasamos de nuevo por el centro de la ciudad y pasamos a visitar la Mezquita Jamek, una de las construcciones más importantes de Kuala Lumpur ya que fue la primera mezquita importante de la ciudad construida en 1909 en la confluencia de los ríos Klang y Gombak. Entramos, me disfrazaron de musulmana con una bata gigante y el hiyab de la cabeza que me hacía escurrir horriblemente, me estaba asando debajo de tanta ropa para mí completamente innecesaria pero que tenía que usar si quería visitar la mezquita. Reglas son reglas, no me podía quejar.

Después fuimos al Museo de Artes Islámicas a ver todas las maravillas en arquitectura, arte y artesanías Islámicas que desde que en este viaje hemos apreciado muchísimo y nos encanta. Para nosotros es de la más bonita del mundo por la simetría y armonía de todas sus formas. Vimos maquetas de mezquitas importantes del mundo incluyendo la de La Mecca además de textiles, cerámicas, madera, metales y demás.

De ahí pasamos a visitar la Mezquita Nacional. Hoy puro mundo musulmán. Como siempre en las mezquitas turísticas de Malasia, nos cubrieron las ropas que nos prestaron para poder entrar siguiendo las reglas del Islam, afortunadamente en esta mezquita no hacía tanto calor. Hola, soy un guía voluntario en la mezquita, ¿quieren un recorrido? Un musulmán muy amable nos guió por diferentes partes de la mezquita para explicarnos de su arquitectura, de la religión, nos aclaró algunas dudas que teníamos como que en el Islam sí hay perdón de pecados pero siempre y cuando haya un castigo en vida. ¡Oh! Es muy interesante aprender de diferentes religiones, encontrar esas similitudes y diferencias.

De ahí comimos en el restaurante de un aviario donde un par de aves se nos acercaron, no sé si por curiosidad o para ver si les dábamos algo de comer.

El siguiente día fue mucho más tranquilo, aprovechamos para revisar los pendientes del viaje y corregir errores en hospedajes que habíamos hecho para los siguientes destinos, lo bueno es que estuvimos a tiempo para corregir todo antes de que nos llegarán a cobrar recargos. Por la tarde fuimos a ver los edificios más famosos de Kuala Lumpur: las Torres Petronas. Primero pasamos por un centro comercial impresionante de súper lujo y descubrimos un puente peatonal cerrado de más de un kilómetro que va por arriba de varias calles hasta llegar al parque que está justo en frente de las Torres Petronas. Esto del puente fue la maravilla para evitar el sol sobre nosotros y no tener que estar averiguando por dónde cruzar las calles.

Llegamos al súper lindo parque y vimos las grandiosas Torres Petronas con sus 452 metros de altura y su icónica arquitectura basada en los principios del arte islámico que tanto nos gusta. Estuvimos un buen rato observando las torres de un lado y de otro. Yo creo que son de las torres más bonitas del mundo. Me gustan muchísimo.

Cuando oscureció empezó el lindo show de fuentes danzantes con música y luces que nos atrapó y nos entretuvo un buen rato.

Al día siguiente nos levantamos a correr al Perdana Botanical Park, ese parque por el que ya habíamos paseado antes y que nos gustó tanto que regresamos pero ahora a correr unos cuantos kilómetros alrededor del lago y entre sus jardines. 

Después desayunamos y tomamos el tren para visitar Batu Caves, un templo hinduista. Nos bajamos del tren y todo nos recordaba a India, parecía que estábamos ahí de nuevo. Pasamos por la escultura verde gigante de un dios hinduista llamado Hanuman y seguimos caminando hasta que nos topamos con otra escultura pero mucho más grande de color dorado con la imagen de otro dios hinduista, Murugan, el más importante en la región sur de India. Además, a un lado de la escultura, habían unas escaleras muy grandes todas pintadas de colores que se veían muy lindas. 

Subimos las escaleras hasta que llegamos al interior de una cueva con un templo adentro. ¡Qué loco! Construyeron un templo dentro de la cueva, no se me hubiera ocurrido. Recorrimos el templo viendo cada detalle del templo y de la cueva que estaba altísima y hermosa.

Regresamos al hotel, cenamos y nos preparamos para salir temprano, despedirnos del bonito Malasia y tomar el vuelo hacia Japón.

La opinión de Alfred sobre Kuala Lumpur:

Lo mejor: Me encantaron las Torres Petronas pero la nueva Torre Merdeka sí te deja completamente apantallado. Es la segunda torre más alta del mundo. 
También me gustaron los templos hinduistas dentro de las cavernas de Batu Caves. El templo chino de seis pisos y la Mezquita Nacional. Me quedó clara la diversidad cultural.

Lo peor: Para cruzar una calle a pie tienes que dar unas vueltas terribles porque toda la ciudad está diseñada para el auto y a nosotros que nos gusta mucho caminar se nos hizo muy complicado tener que estar dando vuelta terribles para cruzar una calle y tener que estar buscando y usando puentes anti peatonales.

Lo más chistoso: Estábamos en el mirador de la torre de telecomunicaciones de Kuala Lumpur que es el cuarto más alto del mundo y había unos telescopios para observar la ciudad desde el mirador. Me puse a tratar de ver las Torres Petronas y justo me encontré con un señor encuerado en la ventana de edificio y casi pego el grito. Muy peligroso eso de los telescopios para los turistas.




























Comentarios

  1. Cuando regresen a México van a pensar que solo fue un sueño

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  2. Y vendrán con imágenes de todos lados y una sonrisa recordando sus experiencias

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