Isla Jeju, Corea del Sur: una increíble isla volcánica

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8 de mayo de 2023. Desde Gyeongju tomamos un autobús que nos llevó directito hasta el aeropuerto de Busan y de ahí volamos a la Isla Jeju al sur de Corea, una isla formada por actividad volcánica así que casi todo lo que hay son atracciones naturales volcánicas. Nosotros nos hospedamos en Seogwipo que es una ciudad al sur de la isla que nos quedaba más cerca de algunas atracciones pero sobre todo estaba bien barato de ese lado.

Al día siguiente de nuestra llegada a la Isla Jeju empezó nuestro gran recorrido turístico por la isla que implicaría pasar horas y horas diarias en el transporte público porque nuestro apretado presupuesto mochilero no nos permitió rentar un coche. El primer día para llegar al primer destino tuvimos que tomar tres autobuses y después de casi dos horas de camino llegamos a las llamadas Manjanggul Caves que en realidad no son cuevas sino un túnel hecho por lava y que los turistas podemos visitar. Entramos al túnel por una apertura natural formada por el derrumbe de una parte del techo y bajamos por unas escaleras evidentemente no naturales formadas por trabajo humano que facilitaba a los turistas su ingreso.

Era la primera vez que estábamos dentro de un túnel de lava solidificada. ¡Parece que estamos dentro de un pastel de chocolate! Para Alfred todo parece postres. La iluminación dentro del túnel era escasa pero suficiente para poder apreciar las formas en los techos, paredes y hasta en los pisos.

Estas formaciones que suceden cuando la lava se está enfriando y que tanto habíamos visto en la tele ahora las estábamos viendo bajo nuestros pies. Estábamos muy emocionados por eso.

Saliendo del recorrido de un kilómetro por el túnel pasamos al museo a ñoñear un poco y aprender algo más sobre la formación del túnel de lava que se crea debido a un río de lava que poco a poco se va solidificando en su superficie.

Después de otros dos autobuses y de una hora y media llegamos al que parece un pastel desinflado de matcha gigante. Al irnos acercando lo veíamos cada vez más grande y también más bonito, todo lleno de vegetación a su alrededor. 

Antes de subir leímos que ese tipo de volcán es conocido como hidrovolcán porque la erupción ocurrió debajo del agua y conforme hacía erupción el volcán iba creciendo hasta convertirse en lo que es hoy. Un volcán con un gran cráter prácticamente de la circunferencia de la misma montaña. Desde abajo parecería una meseta. Subimos la montaña por escaleras y pasarelas que hacían del ascenso bastante fácil. Unos 15 o 20 minutos después estábamos llegando a la hermosa cima, nunca habíamos visto la cima de un volcán tan linda como esa. Era un gran terreno cóncavo lleno de vegetación verde en  diferentes tonalidades y al fondo para hacerlo más bello, el mar. Una lindura de paisaje.

¡Qué bonito, me gustó mucho! Ahora tomemos otro autobús más, el último del día. Dos horas después ya estábamos de regreso en el hotel para salir a cenar y descansar porque el día siguiente se iba a poner interesante.

Nos levantamos temprano por la mañana, desayunamos en nuestro cuarto de hotel y tomamos el autobús para subir caminando el Monte Hallasan, el volcán con el pico más alto de Corea del Sur y el responsable de la formación de la Isla Jeju. Después de más de una hora nos bajamos del autobús para tomar el siguiente. ¡Ahí va el 475 que nos llevaba al inicio del sendero! Pasó antes de tiempo y no se paró ni tantito. Revisamos el horario del siguiente y resultó que pasaba cada 50 minutos y que caminando íbamos a hacer una hora pero en una carreterita no muy amigable para peatones. ¿Y ahora qué hacemos? ¿Habrá taxi? ¡Ahí viene uno! Paramos el taxi y nos dijo que sí nos llevaba al Gwaneumsa Trail. Se acercó un señor coreano Yo también voy a subir la montaña, ¿podemos compartir el taxi? Y luego se acercó otro más ¡Yo también! Pues nos subimos los cuatro que estábamos en la misma situación y en un momento ya estábamos llegando. Estos dos señores bien buenas gentes pagaron el taxi y no nos dejaron pagarles nada. Hasta suerte tuvimos. ¡Qué buena onda son los coreanos la verdad!

Perfecto, son las 9 de la mañana, en teoría son 4 horas de subida y 3 horas de bajada así que a darle. En la caseta de entrada enseñamos nuestra reservación con el horario que nos tocaba y pasamos al principio de un bosque hermoso. Bien verde lleno de vegetación por todos lados. El sendero estaba súper bien marcado hasta limitado por cuerdas, en partes pasábamos por pasarelas de madera y hasta escaleras pero para no quitarle la emoción y lo aventurero también habían partes del sendero casi completamente naturales con piedras y raíces de árboles. Esas partes eran mis favoritas.

En todo el camino estábamos sorprendidos con la cantidad de señores y señoras coreanos de más de 50 años subiendo la montaña como nosotros. En todo el mundo no habíamos visto tal cosa y es que el montañismo es el pasatiempo favorito de los coreanos en un país donde el 70% del terreno es montañoso. Incluso ya es tan común eso del montañismo entre los jubilados que la ropa más usada por ellos es precisamente la que le llamamos outdoor. Es curiosísisimo ver en la ciudades o en cualquier lado que la mayoría de los señores andan vestidos como si fueran a la montaña en cualquier momento, pareciera que dicen Me vine con mis pantalones de trekking, botas, rompevientos y sombrero de explorador por si ofrece, uno nunca sabe cuando una montaña se pueda atravesar.

Después de 3 horas de caminata de subida en un bosque hermoso empezó lo más difíci, una cantidad incalculable de escaleras que ponen a prueba cualquier condición física. Alfred y yo aprovechamos las gruesas cuerdas que estaban como barandales en las escaleras para jalarnos con los brazos y así agarramos un buen y constante ritmo de subida que sorprendía a los que rebasábamos de subida y con los que nos topábamos de bajada ¡íbamos con todo!

¡Eso ya parece ser la cima! ¡Un poco más! Después de 3 horas y media logramos llegar al cráter del volcán que siendo un volcán dormido ya sólo tenía un plácido laguito que reflejaba el azul del cielo. Un montón de gente estaba ahí arriba a un lado del cráter descansando, comiendo, tomándose fotos y platicando. La vista era fantástica, desde ahí se podía ver la costa casi hacia cualquier dirección, desde ahí la isla se veía realmente pequeña.

Seguimos nuestro camino por otro sendero para bajar del volcán. Hacía demasiado viento en la cima como para quedarnos ahí a comer así que decidimos mejor esperar y comer un poco más tarde en el refugio que seguía. Ahora más escaleras pero de bajada, a ver si realmente el camino de bajada es más fácil como dicen, no empieza muy amigable. Y no, no fue tan amigable, no sé si porque realmente no estaba tan fácil o si el cansancio nos hizo percibirlo más difícil. De cualquier modo no teníamos opción. Llegamos al refugio, comimos nuestros deliciosos gimbaps que traíamos que son los rollos de sushi coreanos y seguimos. Alfred por alguna razón a medio camino de bajada pensaba que ya casi llegábamos No, todavía nos falta la mitad. Te dije que eran 3 horas de bajada. Se le partió su corazón y tuvo que mentalizarse y obligar a sus pies a que aguantaran todas las muchas piedras que faltaban por pasar.

Finalmente vimos la salida y nos pareció una hermosa salida del parque, el pavimento del estacionamiento y carretera se veían preciosos, y no se diga del autobús al que nos subimos para regresar al hotel, tenía los asientos más cómodos del mundo. Y por alguna razón la cama del hotel nos pareció esa noche mucho más cómoda que antes. Todo es más bonito y cómodo después de un gran esfuerzo físico.

Esa noche debíamos de haber dormido excelente pero a Alfred le había evolucionado el resfriado que traíamos de Gyeongju y ya tenía una tos de esas bien molestas que no dejan dormir bien. Por supuesto que nos levantamos tarde para pasear un poco más por Jeju. Fuimos a una pequeña isla a la que llegamos atravesando un puente peatonal. La isla es prácticamente virgen, llena de vegetación pero con un sendero de madera muy bien puesto rodeando toda la isla. Lo recorrimos todo paseando tranquilamente y disfrutando. Está increíble que en Corea hay senderos por todos lados.

De ahí fuimos a ver una cascada que curiosamente tenía toda una infraestructura para una cascada la verdad bastante pequeña. Me imagino que para Corea es una cascada espectacular porque incluso había mucha gente yendo a verla pero para nosotros era una cascada linda y ya. Lo que sí nos llamó más la atención fueron los simpáticos personajes tallados en piedra volcánica, son típicos de esa isla y se cree que protegen casas y negocios aunque no se sabe desde cuándo y quiénes empezaron a hacerlos.  


La opinión de Alfred sobre Isla Jeju:

Lo mejor: Tiene que ser definitivamente el trail del volcán. Fue verdaderamente espectacular, difícil pero no imposible, con unas vistas de la isla fabulosas y con un nivel de dificultad que te hace sentir muy satisfecho cuando llegas a la cima del volcán.

Lo peor: Lo lejos que está todo de todo. A pesar de ser una isla relativamente pequeña todas las atracciones están bastante alejadas unas de otras y tienes que tomar uno o dos autobuses y mínimo hora y media de tiempo para llegar ahí entonces sí se puede convertir en un tema el tener que transportarse tanto.

Lo más chistoso: Cuando llegamos al cráter del volcán nos pusimos a verlo y sin querer estábamos justo donde le arruinábamos la vista a todos los que se estaban tomando la foto con un letrero de la cima. Nosotros siempre nos quejamos de esa gente arruina-fotos y ahora nosotros fuimos ellos.
















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